Castros en GuipúzcoaLos castros en Guipúzcoa, norte de España, eran poblados amurallados propios de culturas indoeuropeas que colonizaron la península ibérica desde finales de la edad de bronce (1100 años a. C.). hasta principios de nuestra era.[1] Guipúzcoa fue un territorio propicio para los castros creados en colinas o promontorios rocosos a una distancia tal que podrían interconectarse unos con otros. Su fundamento era el control y la defensa tribal frente a otras etnias o grupos que cohabitaban el territorio. En Guipúzcoa existen aproximadamente 10 castros identificados y probablemente el número se incrementará con el tiempo dado que muchos de ellos han sucumbido al paso del tiempo y a los efectos de la naturaleza.[2] La palabra castro proviene del latín castrum que significa "fortificación militar".[3] DescripciónEl elemento definidor por excelencia de los castros es la muralla habitualmente de entre 2 y 3 metros de grosor que les rodea y facilita la delimitación del mismo.[4] Normalmente tenían una única puerta de entrada, supuestamente franqueada por una puerta de madera.[5] El lugar de asentamiento era muy importante para añadir una defensa natural a la muralla y controlar el tránsito de las personas por el territorio.[5] En el interior de estas murallas no existían calles. Las estructuras habitables del poblado eran de una planta y los materiales que se usaron para su construcción eran el adobe y la madera.[6] A partir del siglo I o II de nuestra era los castros fueron despoblándose paulatinamente en favor de aldeas o emplazamientos abiertos, en muchas ocasiones en la proximidad del antiguo castro.[7] Dentro de cada unidad habitable había un lugar dedicado al hogar, y también se han visto agujeros tallados en la roca natural, con forma semicircular en un extremo, cuya función podría ser recoger el agua de lluvia.[8] Catalogación
EpílogoHay pocos datos para interpretar como fue la relación y el mestizaje de las diferentes etnias que coincidieron en Guipúzcoa durante el periodo de los castros: la etnia autóctona, los vascones de la zona de Navarra, emigraciones índoeuropeas de la cultura de los castros ,várdulos (dos centurias a. C.) o la civilización romana al comienzo de nuestra era.[6] Con los pocos datos de que se dispone existen múltiples teorías sobre la interacción de éstas culturas ancestrales pero ninguna de ellas tiene fundamentos fiables. Véase también
Referencias
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