Casa de CastillaLa casa de Castilla fue una institución destinada al servicio de los reyes de Castilla, desaparecida en 1749. HistoriaLa casa de Castilla surgió en el reinado de Alfonso VI para servir a este monarca. En este primer momento ya se identifican tres núcleos principales: aula, cámara y capilla, que se irían desarrollando posteriormente. Bajo los Trastámara, los servicios de la Casa de Castilla se dividirían en: capilla, oficios de la casa y mesa, cámara, caballeriza, caza y guardia.[1] Desde el acceso al trono de Carlos I de España, la Casa de Castilla compartió el servicio del rey con los servidores flamencos y borgoñones de este monarca que formarían la que sería conocida como Casa de Borgoña. Además, tras la muerte de Fernando el Católico en 1516, se uniría la Casa de Aragón. A lo largo del reinado de Carlos I, la casa de Castilla perdería su prioridad frente a la casa de Borgoña. En el caso de esta última, Carlos I realizó una hispanización mediante el nombramiento de españoles para cargos dentro de la misma.[2] Durante el reinado de Felipe II, algunos de los cargos más importantes de la casa de Castilla pasaron a fundirse en otros ya existentes en la casa de Borgoña, como por ejemplo:
Otros oficios de la Casa de Castilla desaparecerían en el reinado de Felipe II, como por ejemplo: el maestresala, reposteros de estrado, trinchantes, etc. Asimismo, los pajes de la casa de Castilla, pasaron a ser pajes en la casa de Borgoña. En general, siguiendo Mayoral López, durante este reinado de Felipe II, el número de servidores de la casa de Castilla pasó de unos 240 integrantes a menos de 100. Durante el último cuarto del siglo XVI surgieron diversas opiniones contrarias a la preeminencia de la casa de Borgoña sobre la de Castilla. Entre ellas, las propias Cortes de Castilla (por ejemplo, en sus reuniones de 1579 y especialmente, en la de 1598) o fray Prudencio de Sandoval.[3] En el reinado de Felipe IV, la casa de Castilla padecería numerosos problemas económicos que continuarían en el reinado de Carlos II. Además gran parte de sus oficios se redujeron, así, los monteros de guarda pasaron de 48 en 1668, a 34 en 1700.[4] Con el advenimiento de la casa de Borbón al trono de España la situación continuó siendo similar a la del final del reinado de Carlos II. Dentro del reinado del primero de los Borbones, Felipe V, el cardenal Alberoni realizó un proyecto para su supresión en 1718. El reinado de Luis I supuso una posibilidad real de reorganización de las casas de Borgoña y de Castilla, en torno a la revitalización de esta última.[5] En 1749, Fernando VI decretó su unificación y desaparición.[5] En el momento de su desaparición, los sueldos de la casa de Castilla sumaban 167.482 reales, cantidad reducida frente a los de la Casa de Borgoña.[6] DescripciónDurante el reinado de Felipe III, la casa de Castilla contaba con los siguientes oficios exclusivos (es decir, que no formaban parte de la Casa de Borgoña):
Véase tambiénReferencias
Bibliografía
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