Inicialmente era un pequeño caserío cerca de Macuto. El italiano Filippo Gagliardi lo compró y propuso al entonces presidente, Marcos Pérez Jiménez, de desarrollar al pueblo como una "pequeña Venecia", después del golpe de Estado en Venezuela de 1958 derrocó a Pérez Jiménez y todo se bloqueó. Gagliardi logró hacer solamente la iglesia junto a algunos edificios y casas modernas (con electricidad y cloacas) cerca de la costa: unos 3000 habitantes poblaban Uria en 1958. Gagliardi se fue de Venezuela con su familia, con el tiempo una de sus hijas Rosa Gagliardi regresó y todavía habita URIA con su hija, Maria Adelina, pese al desastre de 1999.[2]
El pueblo se emplazaba en un estrecho valle con salida al mar en la Cordillera de la Costa, de la parroquia Naiguatá, aunque más cercana a la ciudad de Caraballeda, poseía comunicación con la carretera Tanaguarena-Los Caracas. Sus actividades fueron el de servicio y el turismo, así como zona residencial. A partir de 1958 llega el sistema eléctrico a la comunidad.[1]
Destrucción
Su infraestructura fue destruida y tapiada por los efectos de las catastróficas inundaciones que sufrió el 15 de diciembre de 1999 así como todo el litoral central venezolano, conocida como tragedia de Vargas.[1] Actualmente viven unos 27 familias habitantes en Carmen de Uria, casi todos cerca de la costa y de la carretera Caraballeda-Naiguatá y el cerro zapatero.