Su obra, atemporal, busca el orden y la armonía presentes en el carácter de la escultora. Trabajó con materiales tradicionales como el barro, la piedra o el bronce, e innovó con el empleo del cemento o el poliéster. Empleó el relieve en retratos y figuras aisladas a las que aplicó de forma sutil policromía.[5]
Biografía
Nació el 21 de septiembre de 1920 en La Zubia. Cursó estudios básicos en Granada, en el colegio Padre Manjón del Albaicín. Perdió a sus padres cuando tenía once años, por lo que sus tíos la internaron en el colegio Riquelme. A edad temprana inició su afición por las artes, dibujo y pintura. Trabajó como contable en los talleres de José Navas Parejo especializado en imaginería. Dibujaba orlas y figuras para la ornamentación de la ropa de las imágenes y realizaba alguna policromía en un su tiempo libre. Alternó esta tarea con la asistencia a la Escuela de artes y Oficios de Granada.[1][5][6][7]
Obtuvo una beca con la mediación de Luis Seco de Lucena en 1940 que le permitió completar los costes para realizar los estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid – Real Academia de Bellas Artes de San Fernando–. Tuvo como profesor de dibujo a Julio Moisés, y a Joaquín Valverde. Por recomendación de Enrique Pérez Comendador cambió las clases de pintura por las de escultura en el tercer trimestre. Tras realizar los primeros trabajos se inclinó definitivamente por la escultura, sin abandonar la práctica pictórica a la que le dedicó el tiempo fuera de la escuela de bellas artes.[1][5][6][7]
Finalizó los estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1944 premiada por el Ministerio de Educación. Casada ese mismo año con el escultor Antonio Cano Correa (1909-2009), ejerció como docente de la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla en 1946. Asciende a auxiliar numeraria en la especialidad de Modelado al Natural en 1947.[2][5]
Obtuvo varias becas, en 1950 del Ministerio de Asuntos Exteriores de París, dos años después obtuvo la del ministerio de Italia para completar los estudios. También obtuvo una beca para estudiar en Italia y Grecia por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de España en 1955. En 1983 ocupó la cátedra de modelado de la academia sevillana. Entre sus alumnos estuvo Juan Manuel Miñarro.[2][5]
Tras su jubilación continuó enseñando como catedrática emérita impartiendo cursos de doctorado.[8]
Estilo
Su estilo estuvo enmarcado en el Clasicismo Mediterráneo, a la que también pertenecieron Arístides Maillol y Antoine Bourdelle, referentes de la nueva corriente escultórica que abandona las líneas clasicistas francesas.[5]
Caracterizada por las líneas fieles y los desnudos femeninos, su obra es tierna y frágil.[6][9] Sobre su estilo y obra, se ha resaltado «su estética y belleza de las formas y los volúmenes, cargados de ritmo, proporción y armonía»[4] «donde predomina el interés por la figura humana».[3] Por su parte, Juan Manuel Miñarro destacó su calidad como artista y como docente, «capaz de transmitir muy bien el oficio», el también pintor y escultor, Ricardo Suárez, remarca su expresividad con el barro, el talle de piedra y gran dominio de la volumetría y el catedrático Emilio Gómez Piñol valoró «la gran calidad del conjunto de su obra».[2]
Decoración escultórica de las puertas de las Facultades de Filosofía, Ciencias y Derecho de la Universidad de Sevilla en el edificio de la Antigua Fábrica de Tabacos. (1958)[7]
Figuras en círculo, mediorrelieve, expuesta en el patio principal de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría (Sevilla); único escultor que ha expuesto en vida una obra en la Real academia.[2][9]
Los dos hermanos (1966).
David (1972).
La danza, escultura en bronce fundido (1975). Hospital Real, colección Histórico Artística de la Universidad de Granada.[10]
Formación y desarrollo escultórico en el aula-taller de la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en Temas de Estética y Arte n.º III, Sevilla, (1989).[7]