Cantón de Aceró
Aceró o Acero fue una de las doce demarcaciones territoriales en las que los aborígenes benahoaritas dividían la isla de La Palma (Canarias) cuando llegaron los conquistadores castellanos a finales del siglo xv.[1][2] Durante la conquista de la isla se encontraba al frente del cantón el capitán o caudillo Tanausú.[3][4] EtimologíaJuan de Abréu Galindo fue el primer autor en dar el nombre de este cantón en su obra Historia de la conquista de las siete islas de Canaria publicada en 1632. En los manuscritos de Abréu que se conservan este consigna la forma Acero, que según él «en lenguaje palmero quiere decir "lugar fuerte"». Sin embargo, en la traducción de su obra que hizo George Glas en el siglo xviii aparece como Acer, que es la misma que da el ingeniero Leonardo Torriani, cuya obra es coetánea a la original de Abréu, por lo que parece que esta sería la forma correcta del topónimo originario. Por su parte, el primer autor que da la forma aguda Aceró es José de Viera y Clavijo, y es la que va a prevalecer en la historiografía moderna.[1][2][5][6] Los filólogos e investigadores modernos dan validez a la traducción de Abréu como 'lugar fuerte' comparando la voz Acero con paralelos en las lenguas amazigh.[5] CaracterísticasEl cantón de Aceró abarcaba el territorio de la caldera de Taburiente, siendo descrito por Abréu de la siguiente forma:[1]
Según estudios, los benahoaritas del cantón de Aceró se asentaban en distintas zonas: Dos Aguas, Barranco del Almendro Amargo, Barranco de las Bombas de Agua, Morro Colorado, Lomo de Las Vacas, Playas de Taburiente, Lomo Gazmil y El Escuchadero.[7][8] El cantón de Aceró era un lugar de pastos que no solamente usaban los habitantes de esta demarcación, sino que también permitían su uso a aquellos que habitaban cantones contiguos.[7] El cronista Gomes Eanes de Zurara indica la presencia de 500 guerreros en la isla a mediados del siglo XV, que el profesor Antonio M. Macías transforma en 3 000 personas usando un coeficiente guerrero/habitante. Por otro lado, Andrés Bernáldez en su Historia de los Reyes Católicos dice que el capitán Alonso Fernández de Lugo una vez conquistada la isla tomó cautivos a «mil é ducientas ánimas varones é mujeres, chicos y grandes». Investigadores modernos estiman una población en el momento de la conquista de poco más de 2 000 habitantes teniendo en cuenta sobre todo la capacidad de carga de una sociedad eminentemente pastoril como la benahoarita. Otros autores sin embargo indican un contingente demográfico de poco más de 4 000 personas utilizando la información tanto de los relatos históricos como de la arqueología, mientras hay quienes estiman una población de entre 7 000 a 11 000 habitantes en base al potencial demográfico de una sociedad basada en el consumo de la cebada. Véase tambiénReferencias
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