Camino Lebaniego CastellanoEl Camino Lebaniego Castellano es un itinerario cultural documentado ya a principios del siglo XVI entre la ciudad de Palencia (Castilla y León) y el monasterio de Santo Toribio de Liébana en Camaleño (Cantabria). El Camino Lebaniego Castellano es una vía tradicional de peregrinación que ya aparece citada en 1455 y de la que queda constancia en el libro de actas de la catedral de Palencia. DescripciónEl Camino Lebaniego Castellano, aprovecha en su primer tramo, las sirgas del Canal de Castilla, siguiendo por los caminos que los romanos debieron tender por estas localidades de La Pernía, La calzada del «Burejo», que partía desde Pisoraca y cruzaba el puerto de Piedrasluengas.[1] La conmemoración del Año Santo Lebaniego comenzó en el siglo XVI, con la bula del papa Julio II de 23 de septiembre de 1512, que otorgaba el privilegio de la celebración del año jubilar lebaniego. Este hecho elevó el monasterio de Santo Toribio a un importante centro de peregrinación y uno de los lugares santos más relevantes de Europa. La bula papal se otorgó por la presencia, en la abadía, del lignum crucis, la reliquia que Toribio de Astorga había traído de Tierra Santa y fragmento de la cruz de Cristo más grande de que se dispone. Esta es la razón por la sus peregrinos se les denomina “crucenos o cruceros”. La peregrinación a Santo Toribio se une el Camino del Norte a Santiago de Compostela, el camino de las primeras peregrinaciones jacobeas.[2] Desde 2018 el crucero puede hacer un tramo de su peregrinar en barco, entre los pueblos de Frómista y Boadilla del Camino gracias al canal de Castilla. El año jubilar lebaniego se celebra cada año en el que el 16 de abril, festividad de santo Toribio, coincide en domingo. HistoriaMonasterio de Santo Toribio de LiébanaEl monasterio de Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano localizado en el municipio de Camaleño y próximo a Potes, en la comarca de Liébana (Cantabria, España). Alberga obras de Beato de Liébana, así como una reliquia del lignum crucis, que, en este caso, es el trozo más grande conocido de la cruz donde murió Jesucristo. Su Puerta del Perdón se abre al comienzo de cada año jubilar lebaniego para recibir a los peregrinos. Junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, es uno de los lugares santos del cristianismo. Fue declarado monumento nacional el 11 de agosto de 1953. Las primitivas construcciones que conformarían el monasterio serían sencillas, dentro del estilo prerrománico, quizás de estilo asturiano o mozárabe. Durante los siglos X y XI se había producido una gran expansión del monasterio por los valles de Liébana. En el año 1256, se construye la actual iglesia, con el apoyo económico de los fieles, por medio de indulgencias concedidas para tal fin por el obispo palentino Fernando,[3] del cual dependía el monasterio, después compartido con los Obispados de Oviedo y Burgos hasta la creación del Obispado de Santander en el siglo XVIII, pasando a depender el monasterio a Santander. La relación con el Obispado de Palencia desde su creación hace que el Camino Lebaniego Castellano sea el primero del que se tiene constancia con la bula conservada de la catedral de Palencia del año 1455. Fundación. Santo Toribio, obispo de PalenciaSegún la tradición, la fundación del monasterio se debe a Toribio, un monje que había nacido en Turieno.[4] y que llegó a ser obispo suplente de Palencia, su firma aparece en el II Concilio de Toledo (527, 5.º año del reinado de Amalarico), Montano, arzobispo de Toledo, anuló la elección de un nuevo obispo de Palencia hacia el 527 y, de hecho, el Concilio de Toledo que se celebró ese año no contó con la presencia de ningún obispo de esta sede. Retirado el obispo ilegítimo, Montano nombró al presbítero Toribio como vicario de la diócesis con toda potestad para reprimir los excesos de los clérigos palentinos, su ducesor fue el obispo Maurila. RefundaciónRefundado por Alonso Ordóñez, conde de Asturias, hijo de Ordoño Froilaz el Ciego, Infante de León, y nieto de Fruela II, rey de Asturias y de León. Alonso Ordóñez, señor de muchas tierras en Asturias y en el antiguo territorio de Liébana, donde refundó en 955 el monasterio de Santa María, para colocar en él el cuerpo de Santo Toribio de Astorga o Liébana, sucediéndole el prodigio de que, queriendo reconocer aquel sagrado cadáver, quedó repentinamente ciego en castigo de su temeraria curiosidad, y después por intercesión del mismo Santo recobró la vista, con los restos de Santo Toribio se llevó el lignum crucis. (Se cree que el monasterio de Santa María se puede referir al cercano de Piasca, al considerarlo de mayor entidad, pero ante el milagro, dejó los resto en el actual de Santo Toribio). Descendientes directos son los señores de Castañeda, afincados en tierras de Palencia, en Las Cabañas y en Burgos en Hormaza y en Las Hormazas.[5] Santo Toribio, obispo de AstorgaProbablemente durante el siglo VIII el cuerpo de otro obispo, Toribio de Astorga, fue trasladado al monasterio junto con las reliquias que se cree había traído de Tierra Santa. La más importante de estas es el lignum crucis. Nace Toribio a principios del siglo V en la Gallaecia romana, más concretamente en Astorga, la Asturica Augusta. Es educado cristianamente y peregrina a Tierra Santa, siendo ordenado como sacerdote en Jerusalén. Poco después es de nombrado custodio de los santos lugares de Jerusalén. Viendo el peligro que corrían algunas santas reliquias, Toribio, al volver a Astorga, se trajo varias de ellas, entre las cuales estaba parte del brazo izquierdo de la cruz del Señor, donde él fue crucificado en el Gólgota. Parece que poco después se retiró a Tuy, y al volver a Astorga es ordenado obispo de la ciudad hacia el año 444. No le faltaron detractores y calumniadores. En unión con otros obispos católicos, como Idacio de Chaves, combate la herejía de los priscilianistas, muy seguida en muchas iglesias de la España de entonces. Los priscilianistas negaban la Trinidad, la encarnación del Verbo; Dios era una sola única persona, pero se manifestaba de forma diversa, entre otras doctrinas erradas. San León Magno le apoyará en la defensa de la fe con una carta. Posteriormente preside dos concilios, en Braga y en Toledo, donde se proclama la fe católica. En el año 456, los godos destruyen Astorga y le llevan preso a las Galias. Al regreso, se dedica a reconstruir la ciudad; posteriormente se retira a un monasterio. Los fieles le instan a que no les abandone y él lo que hace es bendecir la ciudad desde un montículo cercano a la misma, en San Justo de la Vega, y, posteriormente, vuelve a la ciudad donde morirá en el año 480. Sus reliquias, con la invasión de los moros, fueron trasladadas con las reliquias que él había traído de Palestina, entre ellas la reliquia de la Santa Cruz, a las montañas de Liébana, en el monasterio de San Martín de Turieno, que con el tiempo cambia de nombre y pasa a llamarse monasterio de Santo Toribio de Liébana.[6] La relación con Palencia proviene del apostolado de santo Toribio en defensa de la fe católica. Cuenta a la leyenda que no fue muy bien recibido por los palentinos, que le apedrearon, retirándose él al cerro de Santa María, hoy cerro del Cristo. El respondió compartiendo el pan y el queso, fiesta que se celebra el domingo más cercano al 16 de abril, excepto si coincide con Semana Santa, pedrea de santo Toribio. Según cuenta la leyenda, corría el año 447 cuando santo Toribio llegó a Palencia a predicar contra la herejía priscilianista. Prisciliano fue obispo de Ávila y fue expulsado de la Iglesia católica por predicar su doctrina, que no reconocía entre otras cosas a la Trinidad. Más tarde fue acusado de mago y fue ajusticiado. Parece ser que tuvo muchos seguidores entre los visigodos de entonces sobre todo en Galicia y en el norte de España. Los palentinos, que eran adeptos a la secta, insultaron y apedrearon a Toribio, teniéndose que retirar, a una de las cuevas del cerro del Otero. Desde su gruta, santo Toribio, mandó que se desbordaran las aguas del río Carrión y la ciudad quedó totalmente inundada. Los vecinos subieron hasta el cerro y allí pidieron perdón al santo y este mando que las aguas volviesen a su cauce, cosa que así sucedió.[7] Esta leyenda rescata posiblemente una inundación que ocurrió cuatro siglos antes en la ciudad según estudios arqueológicos realizados en 2012, y que debía estar en el recuerdo popular, para dar más fuerza al supuesto milagro de santo Toribio.[8] Beato de LiébanaEl monasterio fue además el lugar donde en el siglo VIII el monje Beato de Liébana escribió e ilustró sus libros, entre los que destaca el Comentario al Apocalipsis. El Comentario del Apocalipsis menciona que Santiago es el evangelizador de Hispania. Algunos historiadores piensan incluso que Beato es el autor del himno O dei verbum, en el cual se califica a sant Yago de santo patrón de España ItinerarioEtapas y pueblos por los que pasa:[9]
Localidades y patrimonio por las que pasa el Camino Lebaniego CastellanoTramo del canal de Castilla
Burgos
Palencia
Palencia
Tramo por La Montaña PalentinaPalencia
Tramo por LiébanaCantabria
Caminos que se incorporan en su recorrido
Camino Lebaniego BurgalésLos peregrinos que llegaban desde el este y sureste peninsular lo hacían atreves de Burgos, punto de unión de los distintos caminos de peregrinos, los mismos que usaban para ir a Santiago (Camino Francés, Camino de la Calzada Vía Aquitania, Camino de la Lana por el Levante), desde Burgos seguían por los antiguos caminos de las calzadas romanas, en este caso por la Vía XXXIV, por el actual Camino a Santiago Vía Aquitania hasta Sasamón y desde aquí por la calzada de Segisama Iulia a Pisoraca (Herrera de Pisuerga). O seguir desde Sasamón por el camino de La Calzada Vía Aquitania hasta Melgar de Fernamental y desde aquí por el embarcadero de Carrecalzada en el Canal de Castilla seguir por el Camino Lebaniego Castellano. El actual Monasterio de Santo Toribio de Liébana en Cantabria, es regentado por la orden franciscana, recordando la visita que hizo el Santo tras la audiencia en Burgos con el Rey de Castilla. San Francisco según la tradición, en su camino a Santiago desde Burgos pasó por Santo Toribio de Liébana. Camino Lebaniego MadrileñoEste camino se basa en la antigua calzada de Toledo a Liébana, el Camino Lebaniego Madrileño, aprovecha la calazada romana desde Madrid por Segovia en este caso la Vía XXIV, por el actual Camino de Santiago de Madrid hasta Villalón de Campos y desde aquí sigue por Villada y Saldaña a enlazar con el Camino Lebaniego Castellano en Cervera de Pisuerga, otra variante enlaza en Valladolid o en Medina de Rioseco, por el canal de Castilla con el Camino Lebaniego Castellano. Véase tambiénNotas
Documentación y bibliografía
Enlaces externos
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