CéricesLos cérices eran heraldos o pregoneros públicos, que tenían la obligación de anunciar al público todas las cosas tanto civiles como sagradas. Había dos, uno para el areópago otro para el arconte y debían ser escogidos de una familia ateniense que pretendía descender de Cérix. Otro de los empleos de los Cerices era preparar las víctimas e inmolarlas, como lo verificaban en Roma los victimarios. Referencias |