Borja González (historietista)
Borja González (Badajoz, 1982) es un historietista e ilustrador español. BiografíaNacido y criado en Badajoz, tuvo una formación autodidacta. Comenzó a publicar en diversos fanzines y posteriormente ha trabajado como ilustrador profesional. Su debut llegó con La boca del lobo (2012), en la que se recrea un encuentro ficticio entre los pintores extremeños Antonio Juez y Carolina Coronado.[1] En 2014 fundó el sello editorial El verano del cohete junto con Mayte Alvarado y Ruí Díaz, en el que se daban cabida tanto a obras propias como a otros autores emergentes.[2] En 2016 lanzó La reina Orquídea, una obra sobre creatividad en la que empieza a desarrollar el estilo propio que ha marcado su trayectoria.[3] Por ese cómic logró un contrato editorial para publicar The Black Holes (Reservoir Books, 2018), primera parte de la trilogía «Las tres noches»: una fábula que cruza dos historias de épocas distintas sobre realización personal.[3] Esta obra supuso su confirmación en la historieta española y tuvo repercusión internacional, lo que le ha llevado a trabajar desde 2020 para el mercado franco-belga.[4] En 2021 publicó su tercer álbum, Grito nocturno, editado por Dargaud en el mercado franco-belga y por Reservoir Books en su edición en español.[5][6] La obra explora asuntos como el olvido, la incertidumbre y la amistad entre las tres protagonistas, desde un punto de vista lírico y surrealista.[4][6] Gracias a este trabajo, Borja González fue galardonado con el Premio Nacional del Cómic de 2023, otorgado por el Ministerio de Cultura de España.[6] Ese mismo año cerró la trilogía con la publicación de El pájaro y la serpiente. EstiloLa obra de González se caracteriza por un estilo propio que comenzó a desarrollar en La reina Orquídea. La mayoría de los personajes que aparecen en sus obras son mujeres, y a partir de The Black Holes comparte una protagonista, Teresa, cuyo carácter evoluciona con cada título.[4] Las situaciones que viven estos personajes están basadas en las sensaciones y percepciones del propio autor, quien además deja hilos abiertos para que el lector se implique en cada historia.[3] Desde La reina Orquídea los personajes de sus obras no tienen rostro y siguen un estilo sintético, por lo que González presta especial atención a la expresión corporal, al dinamismo de las poses y a la atmósfera que les rodea.[5][7] Otro elemento importante es el uso del color, con una paleta limitada que está justificada según el argumento de cada novela.[5] En The Black Holes el color sirve para marcar épocas y en Grito nocturno distingue tanto los escenarios como estados de ánimo: gamas de azules en los exteriores para crear un aspecto homogéneo, y mayor variedad en los interiores para reflejar sentimientos y detalles reservados a la intimidad.[4][5] Obra
Referencias
Enlaces externos
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