Bon Ton
Bon Ton es una cadena de agencias de acompañantes de lujo de Nueva Zelanda.[1] Inicialmente operaba con dos agencias de acompañantes: una en Wellington, la capital, y otra en Auckland, la ciudad más grande del país. Ahora opera en Queenstown.[2] Bon Ton es un término francés que significa "buen gusto".[3] La propietaria de la agencia de acompañantes de lujo es Jennifer Souness,[4] una antigua modelo que desfiló para varias marcas de moda europeas.[2] En un reportaje sobre la prostitución en Nueva Zelanda, la BBC describió Bon Ton como "un escaparate ideal para la liberalización al estilo neozelandés".[1] La agencia de acompañantes se caracteriza por sus habitaciones de calidad, parecidas a suites de lujo, y una oficina mantenida con profesionalidad.[1] Louise Jolliffe, que escribe en The Wellington Guide, afirma que Bon Ton se parece más a "un alojamiento de lujo que a un burdel".[2] Todas las mujeres que trabajan en Bon Ton tienen otras ocupaciones y ejercen la prostitución a tiempo parcial. Durante las pruebas de empleo, se pregunta a las aspirantes si les gusta el sexo. El propietario de la agencia de acompañantes, Souness, afirma que a estas mujeres les gusta su trabajo.[2] Según BBC, las acompañantes que trabajan en Bon Ton dicen que el ambiente de trabajo les parece respetuoso.[1] Bon Ton se autodenomina "una agencia boutique para una clientela selecta" y afirma que pretende "ofrecer un refugio discreto y de buen gusto para que los caballeros disfruten de las atenciones de mujeres elegantes, bien arregladas e inteligentes".[3] La página web de la agencia de acompañantes hace llamadas de invitación a clientes potenciales para que entren en lo que se describe como un "oasis seguro y secreto donde el mundo exterior se desvanece".[5] El sitio web de Bon Ton publica biografías de sus prostitutas -a las que se refieren como "cortesanas"- que incluyen su edad y la medida de su sujetador. De acuerdo con la Ley de Reforma de la Prostitución de 2003, Bon Ton aplica una política de sexo seguro que obliga a los clientes a llevar preservativo.[1][4][6] Dos miembros del Women's Institute (WI), con sede en el Reino Unido, que visitaron varios burdeles de todo el mundo para comprobar su calidad y aparecieron en un documental de la BBC titulado The WI And The Search For The Perfect Brothel, votaron a Bon Ton como el mejor del mundo.[7][8] Referencias
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