Bertram Gawronski
Bertram Gawronski es un psicólogo social y profesor en la Universidad de Texas en Austin.[1] Es conocido por sus investigaciones en las áreas de actitudes, cognición social, toma de decisiones y psicología moral, y por ser uno de los diseñadores del «modelo de evaluación proposicional-asociativa (APE)» y del «modelo CNI de toma de decisiones morales». BiografíaEn 1988 obtuvo su maestría en filosofía por la Universidad Libre de Berlín y en 2001 se doctoró en psicología por la Universidad Humboldt de Berlín. De 2001 a 2002, Gawronski colaboró como becario postdoctoral con Fritz Strack en la Universidad de Wurzburgo de Alemania y de 2002 a 2004 con Galen Bodenhausen en la Universidad del Noroeste, en los Estados Unidos. En 2004 aceptó un puesto como profesor asistente en la Universidad de Ontario Occidental, Canadá, donde obtuvo una Cátedra de Investigación de Canadá en 2005. En 2008 fue ascendido a profesor asociado y en 2010 al rango de profesor. Desde enero de 2014 es profesor de psicología en la Universidad de Texas en Austin, donde ocupó la Cátedra David Wechsler Regents en Psicología de 2015 a 2020.[1] InvestigaciónGawronski es conocido por estudiar los procesos mentales que subyacen a los juicios sociales y el comportamiento social. Un enfoque central de su investigación se refiere a la interacción de procesos automáticos y controlados en las actitudes, la cognición social y la toma de decisiones. El trabajo más influyente de Gawronski es el modelo de evaluación proposicional-asociativa (APE), desarrollado con Galen Bodenhausen. Este modelo parte de la teoría del proceso dual y especifica la relación entre evaluaciones explícitas e implícitas. De un modo general, el modelo APE plantea que las evaluaciones «implícitas» espontáneas y las evaluaciones «explícitas» deliberadas son el producto de dos procesos mentales funcionalmente distintos: las primeras serían el resultado de procesos asociativos y las últimas, de procesos proposicionales. Los procesos asociativos se conceptualizan como la activación de asociaciones sobre la base de la similitud de características y la contigüidad espacio-temporal durante el aprendizaje. Por otro lado, los procesos proposicionales se definen como la validación de información activada sobre la base de principios básicos de consistencia cognitiva. El modelo APE ha sido fundamental para explicar patrones divergentes de cambio de actitud, incluidos (a) cambios en evaluaciones implícitas pero no explícitas; (b) cambios en evaluaciones explícitas pero no implícitas; (c) cambios correspondientes en evaluaciones implícitas y explícitas; y (d) cambios opuestos en las evaluaciones implícitas y explícitas. En 2011, el Consejo de Academias Canadienses identificó el primer artículo de Gawronski y Bodenhausen sobre el modelo APE como uno del 1 % de los artículos de psicología citados con mayor frecuencia en todo el mundo publicados durante el período 2000-2008. Desde su publicación en 2006, este artículo ha sido citado más de 3000 veces.[2] En 2008, la investigación de Gawronski recibió amplia atención en los medios populares con un estudio que predijo las decisiones futuras de los votantes indecisos por medio de una prueba de asociación implícita (realizado en colaboración con Silvia Galdi y Luciano Arcuri en la Universidad de Padua, Italia).[3] Los hallazgos alimentaron debates sobre si las personas pueden tomar decisiones fuera de la conciencia, cuestionando una idea central que subyace a las teorías de la elección racional. En 2012, la investigación de seguimiento de Gawronski y sus colegas mostró que las personas indecisas buscan selectivamente información que sea consistente con sus preferencias implícitas, lo que a su vez proporciona la base para decisiones conscientes.[4] Otra línea de investigación influyente de Gawronski fue sobre la generalización frente a la contextualización de las evaluaciones implícitas (realizada en colaboración con Robert Rydell de la Universidad de Indiana, EE. UU. y Bram Vervliet de la Universidad KU Leuven y la Universidad de Gante, Bélgica). La investigación se inspiró en hallazgos inconsistentes que muestran que las evaluaciones implícitas pueden ser muy sólidas y difíciles de cambiar; muy maleables y fáciles de cambiar; y muy dependientes del contexto. Para dar cuenta de estos hallazgos dispares, Gawronski y sus colegas desarrollaron una teoría del aprendizaje que especifica las condiciones contextuales bajo las cuales las evaluaciones implícitas reflejan (a) información actitudinal inicialmente aprendida; (b) información contraria a la actitud aprendida posteriormente; o (c) una mezcla de ambas. En correspondencia con patrones similares encontrados en el aprendizaje animal, la teoría predice que las evaluaciones implícitas tienden a reflejar la valencia de la información contraria a la actitud solo en el contexto en el que se aprendió esta información, y la valencia de las experiencias iniciales en cualquier otro contexto. Los hallazgos recibieron una amplia atención por sus implicaciones sobre la estabilidad de las primeras impresiones, lo que sugiere que las experiencias que contradicen una primera impresión están ligadas al contexto en el que se produjeron.[5] El trabajo de Gawronski sobre estas cuestiones ha sido reconocido con el premio «Daniel M. Wegner Theoretical Innovation Prize» de la Sociedad de Personalidad y Psicología Social[6] y el «Best Social Cognition Paper Award» de la Red Internacional de Cognición Social.[7] En el área de la psicología moral, la investigación de Gawronski ha hecho contribuciones significativas a la comprensión de los procesos que subyacen a las respuestas en los dilemas morales que enfrentan las consecuencias de una determinada acción por el bien común (utilitarismo ) contra la coherencia de la acción con las normas morales (deontología). Un escenario comúnmente utilizado en esta investigación es el dilema del tranvía, en el que un trolebús fuera de control se acerca a un grupo de trabajadores que morirían a menos que el tranvía fuera redirigido a una vía diferente donde mataría solo a una persona en lugar de cinco. Mientras que los juicios que favorecen esta acción se han descrito como utilitarios porque maximizan el bien mayor, los juicios que se oponen a esta acción se han descrito como deontológicos porque son consistentes con la norma moral de que uno no debe matar a otras personas. Junto con Paul Conway, Gawronski desarrolló un modelo de disociación de procesos para desentrañar las contribuciones independientes de las inclinaciones utilitarias y deontológicas a los juicios de dilemas morales.[8] Ampliando este trabajo, Gawronski y sus colegas desarrollaron un modelo multinomial llamado modelo CNI, que cuantifica (a) la sensibilidad a las consecuencias; (b) la sensibilidad a las normas morales; y (c) la preferencia general por la inacción sobre la acción en las respuestas a los dilemas morales.[9] Honores y premios
Libros
Publicaciones representativas
Véase tambiénReferencias
Enlaces externos
|