Benita Asas
Benita Asas Manterola (San Sebastián, 4 de marzo de 1873-Bilbao, 21 de abril de 1968) fue una maestra y feminista española que desarrolló la mayor parte de su vida profesional y política en Madrid.[1][2] BiografíaBenita Asas Manterola estudió Magisterio en Valladolid como alumna libre, obteniendo sobresaliente como calificación final en octubre de 1897. Como maestra, primero estuvo destinada en Bilbao hasta 1902, fecha en que se trasladó a las escuelas públicas de Vallehermoso en Madrid.[3] En 1910 se publicó su manual titulado Dios y el Universo. Libro de lectura instructiva para niños y niñas, recibiendo el «imprimatur» del Obispo de Madrid-Alcalá en 1911 y que en 1916, tras su solicitud, fue incluido como libro de texto escolar.[4] Planteado casi como un ensayo, en él se anima a los dos jóvenes protagonistas a que piensen sobre la religión, la patria y que rechacen los convencionalismos. El 15 de octubre de 1913 fundó junto a Pilar Fernández Selfa el periódico El Pensamiento Femenino, que dirigió entre 1913 y 1916.[5] Una vez desaparecida esta publicación, Benita siguió contribuyendo con sus escritos en La Voz de la Mujer, fundado por Celsia Regis. De su actividad social hay que destacar su papel como presidenta de la junta directiva de la ANME (Asociación Nacional de Mujeres Españolas) desde 1924 hasta 1932. En 1929 Benita asistió, como delegada de la Liga Femenina Española, a la Asamblea convocada en por la Sociedad de Naciones en Ginebra, donde propuso la convocatoria de un congreso mundial de mujeres como uno de los instrumentos para evitar conflictos bélicos como la Primera Guerra Mundial.[6] Durante la Segunda República (1931-1939), con motivo de la redacción de la nueva constitución, Asas fue encargada de presentar en las Cortes un Memorando sobre el derecho del voto de la mujer ante la Comisión constitucional. Proceso e inhabilitaciónPermaneció activa en Madrid durante toda la guerra civil. Concluida la contienda, solicitó el reingreso en la docencia el 12 de abril de 1939. Sendos informes emitidos el 1 de mayo y el 7 de 1940, informaron de que Benita "siguió con interés el movimiento sufragista femenino sin tener la suficiente preparación..." y que "...en época remota fue de ideas católicas pero con anterioridad al Movimiento era izquierdista..."[7] Y así, el 21 de noviembre de 1940, la Comisión Superior Dictaminadora de Expedientes de Depuración declaró la pérdida de los haberes que no hubiera percibido e inhabilitación para desempeñar su profesión o acceder a cargos directivos y de confianza. No ha quedado noticia de publicaciones o actividad política posteriores a su inhabilitación a la edad de 66 años, hasta su muerte, ya nonagenaria, el 21 de abril de 1968 en Bilbao.[8] Homenajes
Referencias
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