Basilio Fernández LópezBasilio Fernández López, poeta español que nació en Valverdín (Cármenes, León) en 1909, y falleció en Gijón (Asturias) en 1987. Publicó en vida tan solo cinco poemas, todos ellos en su época juvenil. Dedicado a ocupaciones comerciales, mantuvo en secreto su obra literaria, que se dio a conocer póstumamente, en 1991. Fue galardonada en 1992 con el Premio Nacional de Literatura, en la especialidad de Poesía, del Ministerio de Cultura. Era la primera vez que se otorgaba a un autor ya fallecido. BiografíaBasilio Fernández nació el 28 de julio de 1909 en Valverdín, una aldea del municipio de Cármenes (León). Su padre, que se había dedicado a los negocios de arriería, residía ya en esa época en Gijón, donde tenía un almacén de vinos y coloniales. Era el menor de cinco hermanos varones, de uno de los cuales se conserva también obra literaria. Estudió en la Escuela de Comercio, la Academia Jovellanos y después en el Instituto Jovellanos. Fue allí compañero y amigo del también poeta Luis Álvarez Piñer y discípulo de Gerardo Diego. A través de él entró en contacto con los nuevos movimientos poéticos y con los autores de la Generación del 27. Estudió Derecho primero en Oviedo (1926-29) y después en Madrid (1929-30). En Oviedo entabló amistad con Gonzalo Torrente Ballester, compañero suyo de estudios. En Madrid mantuvo también alguna relación con los círculos de la Revista de Occidente. De 1927 son los primeros poemas suyos que se conocen, escritos bajo la influencia del creacionismo, un movimiento de vanguardia promovido, inicialmente desde París, por el poeta chileno Vicente Huidobro, y al que se adhieren en España Gerardo Diego y Juan Larrea. En el número 5 de la revista literaria Carmen, dirigida por Gerardo Diego y cuyo secretario era Luis Álvarez Piñer, apareció en 1928 Nuca sola, un grupo de tres poemas que constituye su primera publicación. César González-Ruano reprodujo dos de ellos en su Antología de poetas españoles contemporáneos en lengua castellana (1946) con la siguiente nota: “En este poeta, no sabemos si perdido, se advierte la evolución del creacionismo a lo Huidobro, Larrea y Diego al clasicismo vivo y un tanto gongorino.” En el número 6 de la revista literaria Meseta, de Valladolid, una de las más importantes de la Generación del 27, apareció también, ese mismo año, su poema “Globo”. Viajó a Italia, a Perugia, en 1929. Allí conoció al escritor panameño Rogelio Sinán, al fotógrafo colombiano Luis B. Ramos y al escritor inglés Basil Bunting, discípulo literario y secretario, en esa época, del poeta americano Ezra Pound. Después de dar por terminada la carrera de Derecho, volvió a Gijón y comenzó a trabajar en el negocio familiar. En 1932 recibió una carta de Basil Bunting, que le propuso publicar algún poema. Apareció así en el suplemento literario del periódico Il Mare de Rapallo (Liguria) “Hombre erguido”, el último poema que publicó en vida. Ese mismo año o en 1933 inició una recopilación de su poesía en un cuaderno titulado Solitude, optional april, en que trabajó con continuidad hasta 1937. Fue incorporado en Asturias al ejército de la República al producirse la rebelión militar en 1936. En la batalla de Santander se entregó, al parecer voluntariamente. Rehabilitado, se incorporó al ejército de Franco con el grado de alférez provisional y finalizó la guerra en Cataluña. Durante los primeros años de posguerra alternó las estancias en Gijón y en Barcelona, donde trabajaba como representante comercial de alimentación. En 1949, al morir su padre, se hace cargo del negocio familiar, en sociedad con uno de sus hermanos, y ese fue su medio de vida hasta su jubilación. Su obra de los años 40 y 50 es más abundante, pero se conserva de forma bastante dispersa, en forma de borradores y poemas sueltos. Los únicos contactos suyos que se conocen con medios literarios después de la Guerra Civil son los encuentros y la correspondencia, muy esporádica, con Gerardo Diego, y algún contacto epistolar, a partir de 1974 con Gonzalo Torrente Ballester. No hay constancia de que haya mostrado sus poemas a ninguna persona. Entre 1964 y 1977 hay un largo período del que se conserva solo un poema. De 1977 existe un breve poemario titulado Hay un mayo cualquiera, al que sigue, al menos aparentemente, una nueva interrupción en su obra. En ese poemario hay una influencia muy significativa del poeta inglés T. S. Eliot. En esa época lee también con interés a los surrealistas franceses, a Lezama Lima, Octavio Paz y Fernando Pessoa. Le interesan mucho la música de jazz y la pintura. A principios de los años 80, coincidiendo con la época en que cierra el negocio familiar y se jubila, se produce un notable cambio en su poesía, reflejado en los dos manuscritos que conservaba de esa época, escritos en su mayor parte en 1982-83: un cuaderno de trabajo sin título, con dibujos anotaciones y borradores de poemas, y otro cuaderno, con el título de Raudos contornos en que el silencio persevera, en que, al parecer, fue pasando a limpio borradores del cuaderno de trabajo que después eliminaba. Se trata de una poesía escrita con un tono gris y deslavazado, cuyo tema es una forma peculiar de desaliento y quiebra interior. Falleció repentinamente, el 18 de abril de 1987. En 1991 se publicó póstumamente su poesía en edición de su sobrino, Emiliano Fernández Prado. En 1992 fue galardonada por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía. Era la primera vez que se otorgaba a un autor fallecido. En 2015 se ha publicado su poesía completa, que incluye 36 textos inéditos. ObraSu Poesía completa aparece dividida en nueve secciones, que organizan una obra en su mayoría dispersa, y no siempre pueden ser considerados, por tanto, como poemarios, en sentido estricto:
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