Barazek
Las barazek o barazeq (del árabe برازق barāzeq) son unas galletas árabes cuyo ingrediente estrella es el sésamo (سمسم sumsum) y a menudo también contienen trozos de pistacho. Probablemente se originó durante la época otomana[1] en la capital siria, Damasco, particularmente en el barrio de El Midán,[2] aunque hoy en día es tan popular que se pueden encontrar en la mayoría de pastelerías de toda el área levantina (Líbano, Jordania, Palestina y Siria) y más allá.[3] También es uno de los postres palestinos más tradicionales y es fácil encontrar puestos que venden barazek en las calles de Jerusalén.[4] Se considera uno de los postres sirios más famosos y cuenta con multitud de variantes. Todas incluyen harina, mantequilla, azúcar y sésamo; algunas también pueden incluir huevo, leche, pistachos, miel, mahleb, levadura y vainilla, así como mantequilla clarificada (samneh) en vez de mantequilla común. Posee un sabor dulce, mantecoso y nogado, y una textura crujiente y quebradiza. PreparaciónLa siguiente receta no incluye leche pero sí incluye yema de huevo. Con las manos, se mezclan 250 g de harina con 150 g de mantequilla (fría) rebanada en trozos. Se desmenuza hasta que quede una textura arenosa y luego se le agrega el azúcar glas, las yemas de dos huevos y el extracto de vainilla. Se compacta la masa, se envuelve en film y se deja reposar en la nevera. Esta masa es muy similar a la masa quebrada francesa. Pasadas unas horas, se saca la masa de la nevera y se hacen pelotillas de quince gramos aproximadamente. Las pelotillas se aplastan sobre un plato con sésamo y se colocan en la bandeja del horno, que debe precalentarse a 200 °C. Se introduce la charola en el horno y cuando empiece a oler, o bien cuando se tuesten los bordes (a los 10 minutos), se saca y se pasan a una bandeja con rejilla para que se enfríen y se endurezcan. Véase tambiénReferencias
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