Autovía del Altiplano
La autovía del Altiplano[1] o A-33 conecta los 3 corredores de mayor importancia entre el centro y el este peninsular, concretamente, la A-31, autovía que conecta Madrid con Alicante pasando por Albacete, la A-30, que comunica Albacete con Murcia y Cartagena; y la A-35 que comunica Valencia con Albacete, partiendo desde Almansa. Debido al incremento del tráfico pesado de mercancías en la zona durante los últimos años, y ante la necesidad de contar con una vía que diese a los usuarios una alternativa a la A-7, muy congestionada amén de discontinua, y por tanto insuficiente para soportar todo el tráfico que necesita realizar la ruta Murcia - Valencia o viceversa, por lo que se optó como mejor opción apostar por el desdoblamiento de la antigua carretera N-344 y convertirla en autovía, para así poder establecer una ruta más directa para unir las dos ciudades por el interior peninsular y de paso descongestionar el tráfico de la A-7. El 2 de agosto de 2012[2][3][4] quedó inaugurado el tramo entre Blanca y Abarán, y entre Abarán y Jumilla. El tramo Blanca-Abarán ha supuesto 58,53 millones de euros, con una longitud de 12,4 kilómetros; y el de Abarán-Jumilla, 63,99 millones de euros siendo este de 18,32 kilómetros. El 11 de enero de 2024,[5][6] tras 11 años y 5 meses, ha quedado completada toda la autovía con la última inauguración del tramo entre Yecla y Caudete con una inversión de más de 122 millones de euros y la longitud de 16 kilómetros. Tramos
SalidasPolémicas con las expropiacionesEn 2012, tres años después de las expropiaciones para la realización de esta autovía, todavía muchos vecinos continuaban sin recibir sus indemnizaciones.[22] Véase tambiénReferencias
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