Alcanzó los 5500 obreros en los años setenta, con especialización en electricidad, calderas, herrería, etc.[3] En su establecimiento contiene una escuela técnica.[4]
Cuenta con una Gerencia Técnica conformada por Departamentos que tienen a su cargo las diferentes áreas de trabajo, entre ellos Alistamiento General del Buque, Armamento, Electricidad, Planificación de Tuberías, Máquinas, Estructuras, Proyecto Básico, etc., donde se realizan los diseños de los nuevos proyectos y reparaciones. Destaca también su Departamento de Control de Calidad que verifican los trabajos cumpliendo con distintas Normas y Registros Internacionales.
Ha construido buques de guerra, buques mercantes de gran porte y otros; tanto para clientes nacionales como extranjeros. Uno de ellos es la fragata ARA Libertad (Q-2), construida por Río Santiago en los años cincuenta y en servicio para la Armada Argentina desde 1963.[5] Esta nave obtuvo el récord mundial de velocidad de cruce del Atlántico en 1966.[6]
En diciembre de 1953 el astillero realizó la botadura de la fragata ARA Azopardo;[7] y en diciembre de 1954 la botadura de la fragata ARA Piedra Buena.[8] Ambas unidades fueron para la Armada Nacional por pedido del Ministerio de Marina.[7] En el mismo 1953 el astillero inició la construcción de una fragata (luego bautizada ARA «Libertad») para la instrucción de cadetes de la Armada Argentina. El presidente Juan Perón colocó personalmente el primer remache en la quilla el 11 de diciembre.[5] El trabajo finalizó en 1963.[5]
Cuando la construcción se completó, el Astillero Río Santiago contaba con talleres de calderería, herrería, mecánica (tornería y ajuste), cobrería, electricidad y velería, fundición y modelería, galvanoplastía, galvanizado a fuego y acumuladores, carpintería de blanco y depósitos de madera, carpintería de ribera y pinturería.
Tuvo un crecimiento sostenido durante los primeros años. Ya en 1953 diseña barcos de más de 1000 TRB, por primera vez en la historia, llegando a ser el astillero más moderno de Iberoamérica. Tras el derrocamiento de 1955, sus actividades merman. En 1969 modifica su forma societaria, y pasa a ser una Sociedad Anónima del Estado. Desde 1970, el Astillero Río Santiago contrató e inició la construcción de 5 buques cargueros de 9000 toneladas de porte bruto (tpb) encargados por ELMA, dos buques petroleros de 60 000 toneladas de porte bruto (tpb) cada uno para YPF, dos graneleros de 23 700 toneladas de porte bruto (tpb) y 4 cargueros de 14.450 (tpb), también ELMA.[9]
En 1955, durante el golpe de Estado del 16 al 19 de septiembre (autodenominado «Revolución Libertadora»), el Astillero Río Santiago se vio en medio de un enfrentamiento armado entre las fuerzas leales a Perón y las fuerzas golpistas. Por un lado, las fuerzas golpistas se apostaron en la Escuela Naval Militar y la Base Naval Río Santiago, ambos de Ensenada.[10] Desde el astillero, hubo obreros del astillero que participaron de la resistencia civil al golpe;[11] y el director del astillero, capitán de navío Giménez Figueroa, se rehusó colaborar con los golpistas y fue detenido.[10] En los finales del enfrentamiento, las fuerzas golpistas en retirada tomaron refugio en el astillero y utilizaron como cobertura al casco del buque escuela-fragata en construcción (luego bautizada ARA Libertad).[12]
En 1975 el astillero fue epicentro de una operación militar. La organización guerrillera peronista Montoneros hundió al destructor misilístico ARA Santísima Trinidad, joya de la Armada Argentina, mientras se encontraba en construcción el Astillero Río Santiago, empresa estatal administrada por la marina de guerra. El ataque fue realizado por el pelotón Arturo Lewinger -quien había comandado el mismo hasta su muerte en mayo de 1975-, integrado por seis combatientes bajo el mando de Rolando Hugo Jeckel, entre ellos tres buzos tácticos. El grupo estuvo preparando el operativo durante diez meses. Se prepararon tres cargas explosivas de 85 kg de gelamón, con sistemas de ignición con retardo, que fueron llevadas en automóvil hasta un punto del Río de la Plata ubicado aguas arriba del astillero, donde cuatro integrantes las subieron a un bote camuflado que llegó por el delta del río Santiago hasta 700 m del astillero donde se encontraba el destructor, custodiado por guardias de la Marina en un área fuertemente iluminada por reflectores. Desde allí tres buzos cruzaron el canal llevando las cargas, mantenidas a flote mediante flotadores con válvulas reguladoras, aunque una de ellas se hundió en la travesía, demorando más de una hora las operaciones. Algunos ruidos alertaron a los guardias militares que rastrearon la zona con linternas, sin resultados. Las dos cargas restantes fueron atadas con cuerdas a los pilotes sobre los que reposaba la nave. Luego de más tres horas en el agua los buzos volvieron al bote y se retiraron. La explosión produjo un hueco de 1 m de diámetro y una rajadura de 30 m en el casco, que mantendría inutilizada a la nave durante cinco años. No hubo víctimas personales.[15]
El Astillero de Río Santiago sería la empresa en la que más represión habría sobre sus trabajadores, con 44 delegados desaparecidos, otros 12 asesinados y casi setenta sobrevivientes que padecieron la detención clandestina y las torturas, durante las que eran interrogados por el ataque.[16][17]
En 1982 inició la construcción de seis corbetas MEKO 140 para la Armada Argentina. En 1984 entregó la primera de ellas, bautizada ARA Espora;[24] en 1986 finalizó la ARA Rosales.[25]
Esta fábrica, la más grande de América Latina, sufrió una de sus peores crisis cuando en los años 1990 estuvo a punto de ser privatizada, terminando finalmente en la esfera de la provincia de Buenos Aires. En 2003 estuvo a punto de cerrar.
En 1997 inició un proyecto de construcción de cinco graneleros de 27 000 t de capacidad cada uno; para Wilhelm Finance.[30]
Estuvo cerca de ser sujeto de privatización; sin embargo, fue rescatado en el año 2003 mediante la construcción de graneleros, buques tanque y barcazas.[31]
Como parte de un plan de ocho naves para Petróleos de Venezuela (PDVSA),[34] en 2005 se encargaron los buques tanque Eva Perón y Juana Azurduy por acuerdo entre los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez. Este último visitó el Astillero Río Santiago.[35][36] Se trataba de los buques más grandes construidos por el astillero en treinta años.[34] Iniciada la construcción en enero de 2008,[37] la nave Eva Perón tuvo su botadura en 2012,[35] y se esperaba su finalización para 2009.[34] En el año 2019 el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció la finalización tanto del Eva Perón como del Juana Azurduy.[38] Por su parte, el presidente del Astillero anunció en 2021 el reinicio de la construcción.[39]
En 2005 el presidente Kirchner autorizó el proyecto Patrullero Oceánico Multipropósito (POM) de la Armada Argentina a realizarse en Río Santiago.[40]
En 2006 botó el Madrisa, otro de los granelerosde 13.000 toneladas de capacidad del proyecto iniciado en 1997.[41]
En febrero de 2007 se botó el primero de una serie de cuatro buques tanqueros para Venezuela.[42]
A fines de 2008 entregó el Canassa, el último de los cinco graneleros iniciado en 1997.[30]
En 2014 se informó que en dos años la empresa estatal firmó 22 contratos para embarcaciones nuevas y renegoció los términos del contrato firmado con PDVSA para incorporar nuevos buques, llegando así a la cifra récord de 23 contratos suscriptos que aseguran trabajo para el Astillero por los próximos 12 años.[43] Se inició la construcción de las lanchas de instrucción para la armada. En la 2015 el Astillero abrió su propio jardín de infantes llamado Matilde Itzigsohn, delegada gremial peronista de ese organismo naval, quien desapareció durante la última dictadura militar.[44] A 2015 los compromisos asumidos por el astillero abarcan la construcción de seis bulk carrier de 40 000 toneladas para la empresa nacional Abadía del Mar, y la botadura del Juana Azurduy.[45][46]
En agosto de 2018 la empresa sufrió múltiples despidos y ante el posible cierre de la planta de Astilleros Río Santiago, los trabajadores se movilizaron en la ciudad de La Plata en defensa de sus puestos de trabajo, frente a la sede de la gobernación bonaerense. La policía provincial reprimió la movilización con balas y gases lacrimógeno causando heridos.[49][50][51][52][53]
Entre 2014 y 2018 el astillero reparó el patrullero ARA King (P-21) de la Armada Argentina,[54] instalando en la nave nuevos puente de comando, habitáculos, pintura y chapa, además del mejoramiento de los motores y transmisión.[55]se firmó un acta compromiso para reflotar el astillero y en 2005 fue firmado el contrato que estableció la construcción de dos buques de 47 mil toneladas cada uno. El contrato inicial fue de un monto de 112 millones de dólares y el primer bloque se montó en la Grada 1 del ARS, el 18 de enero de 2008. Gracias a los contratos firmados con Venezuela para la construcción de buques petroleros, el astillero pudo ser reactivado, lo implicó la incorporación inmediata de 250 nuevos operarios (entre soldadores y caldereros).[56]«».[57]
En octubre de 2021 el astillero botó la primera lancha de instrucción de cadetes, bautizada ARA Ciudad de Ensenada.[58] En marzo de 2022 hizo lo propio la segunda lancha, bautizada ARA Ciudad de Berisso botada el 17 de dicho mes.[59]Durante el año 2023 restauró la fragata Americo Vespucio considerada la joya de la Armada Italiana. Lo que fue noticia ya que los trabajadores del astillero estatal terminó en tiempo récord las tareas de mantenimiento de la fragata entregando la en marzo de 2024.[60]
En abril de 2024 entregó a la Armada Argentina dos Lanchas para Instrucción de Cadetes (LICA). Son la “Ciudad de Ensenada” y la “Ciudad de Berisso”, que se diseñaron y construyeron íntegramente en estos astilleros. Asimismo, también se hizo entrega de la Compuerta para el Dique de la Base Naval de Puerto Belgrano[61].
Los diferentes edificios se encontraban unidos por una red de túneles para la alimentación de energía eléctrica, de vapor y de aire comprimido, que alcanzaba una longitud mayor a cinco kilómetros.
Las playas de almacenamiento de materiales y estacionamiento abarcaban una superficie recubierta de capa asfáltica de 40 000 metros cuadrados, y las calles internas del Astillero, también recubiertas de una capa asfáltica totalizaban 70 000 metros cuadrados. Además contaba con 7 kilómetros de vías férreas internas, llegando a conectarse con el ramal de Ensenada del Ferrocarril General Roca.
Buques
El Astillero Río Santiago construyó para la Armada Argentina los siguientes buques:
la fragata ARA Libertad (Q-2) (3600 t), buque escuela botado en 1956 e introducido al servicio en 1963;[62]
el buque de desembarco de tanques ARA Cabo San Antonio (Q-42) (8000 t de desplazamiento), construido en 1968 (participó del desembarco en las Malvinas en 1982);[63]
↑Barragán, Ivonne (2017). «Modalidades situadas de gestión de la autoridad y su registro en la espacialidad fabril. La Armada Argentina en el Astillero Río Santiago (1969-1975)». Anuario IEHS1 (32): 77. «Cuarenta y cuatro trabajadores, muchos de ellos delegados sindicales de base, fueron detenidos ilegalmente y permanecen desaparecidos; otros doce fueron asesinados entre fines del año 1975 y 1976. Fueron cerca de setenta los trabajadores víctimas de alguna forma de represión; algunos de ellos fueron detenidos - desaparecidos para posteriormente ser “legalizados”, con supresión de las garantías constitucionales, a “disposición del Poder Ejecutivo Nacional”; otros, secuestrados y posteriormente liberados o traslados al circuito carcelario legal. Algunos de los casos de los trabajadores víctimas de la represión por parte de la Fuerza de Tareas 5 de la Armada Argentina fueron judicializados: “Causa nº 17/2012, Sentencia del Tribunal Oral Federal nº 1 “Vañek Antonio y otros/ delitos de lesa humanidad”, 13 de noviembre de 2015, La Plata».