Asesinato de Juan José Torres
El asesinato de Juan José Torres — dictador boliviano entre 1970 y 1971, instalado en Argentina tras su derrocamiento por un golpe de Estado que acabó colocando a Hugo Banzer en el poder— fue perpetrado en junio de 1976 en el marco del Plan Cóndor.[1] AntecedentesAutodefinido tras asumir la presidencia como «nacionalista y revolucionario»,[2] el general Juan José Torres, que llegó al poder tras un levantamiento popular, llevó a cabo como jefe de Estado políticas nacionalizadoras y antiimperialistas (como la nacionalización de la Mina Matilde) recuperando el Estado boliviano recursos mineros e hidrocarburos con alto valor estratégico.[3] Tras el golpe de Estado en Bolivia de 1971, Torres se exilió en Perú, Chile, y —finalmente— recaló en Argentina, instalándose en Buenos Aires.[4] A pesar de estar advertido de que corría peligro, Torres ponía en duda que Banzer fuera a por él, llegando a declarar a su antiguo subsecretario de Justicia: «conmigo no se va a meter Banzer. Yo no soy comunista ni estoy en la derecha. Soy nacionalista cien por ciento y le voy a sacar las castañas del fuego al enano».[5] Lo cierto es que en mayo de 1976 el mismo Joaquín Zenteno Anaya, responsable de la captura del Che Guevara en 1967, entonces embajador en París, pero opositor a Banzer y favorable a Torres, fue asesinado igualmente por elementos vinculados al terrorista neofascista Stefano Delle Chiaie.[6] Desaparición y asesinatoEl 1 de junio de 1976 salió de su domicilio de Buenos Aires donde vivía en condición de refugiado, y, dispuesto a ir a la peluquería, nunca llegó a ella,[7] al ser secuestrado. Su cadáver fue hallado el 2 de junio de 1976 bajo un puente en San Andrés de Giles, a 120 kilómetros de Buenos Aires, con los ojos vendados, 1 balazo en la cabeza y 2 en el cuello.[8][9] De acuerdo con una investigación llevada a cabo por Martín Sivak, en la conspiración estuvieron implicados Hugo Banzer, Eduardo Banzer Ojopi, Raúl Tijerina Barrientos y Carlos Mena Burgos.[10] Por otra parte, el agente doble de la Agencia Central de Inteligencia y de la Dirección de Inteligencia Nacional Michael Townley también se adjudicaría posteriormente a los hechos su participación en el asesinato.[11] Después de que el gobierno boliviano de Banzer se negara a aceptar que fuera enterrado en el país andino, los restos de Juan José Torres se trasladaron a México y fueron inhumados en el Panteón Civil de Dolores.[9][12] Siete años después, en 1983, sus restos fueron repatriados a La Paz.[13] Véase tambiénReferencias
Bibliografía
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