Asalto a Tarrasa
El Asalto a Tarrasa fue un conflicto armado que enfrentó las tropas carlistas y las liberales el 22 de julio de 1872 e Tarrasa, en el marco de la tercera guerra carlista. AntecedentesJoan Castells, que había sido detenido tras el destronamiento de Isabel II de España y encarcelado en el castillo de Montjuic, fue liberado el 6 de abril de 1872, alzándose en armas inmediatamente y formando una partida de 500 hombres, los primeros en lanzarse a la calle para defender la causa de Carlos VII, y Joan Castells fue nombrado capitán general de los carlistas de la provincia de Barcelona.[1] Después del desastre de Oroquieta, los carlistas vasco-navarros se rindieron y el pretendiente tuvo que volver a huir a Francia, tras lo cual los únicos que mantenían la causa carlista armada en España eran los catalanes. Los objetivos de los carlistas eran hostilizar a las fuerzas del orden y a las poblaciones fieles al gobierno, dificultar las comunicaciones e imponer su legalidad, recaudando fondos para su mantenimiento con dos tipos de partidas: las de reducido número, que se dedican a hostilizar las pequeñas poblaciones, efectuando bajadas a las llanuras y evitando el enfrentamiento directo con el ejército o las milicias, y las de contingentes más numerosos, que, al mando de personajes cómo Martí Miret, Joan Castells o Francesc Savalls, recorren el Principado y son reforzadas ocasionalmente por las partidas «locales» citadas anteriormente, de hasta dos mil hombres, pero lo más frecuente fue que las partidas fueran de algunos centenares de hombres.[2][3] El asaltoEl 22 de julio de 1872 una partida de 500 carlistas encabezada por Joan Castells llegó en tren y atacó Tarrasa para recaudar la contribución de la villa al esfuerzo de guerra, pero las autoridades se negaron al pago y en el asalto al ayuntamiento, en el que obtuvieron un botín de seiscientas pesetas, los asaltantes perdieron siete hombres y los defensores, dos.[4][5] ConsecuenciasDespués de la campaña de recaudación del verano el 1872, que incluyó el fracaso del asalto a Tarrasa, el pretendiente carlista Carlos VIII impulsó la lucha en Cataluña enviando a su hermano Alfonso Carlos de Borbón proveniente del Vallespir, que entró en Cataluña el 30 de diciembre, para encontrarse con Francesc Savalls en el santuario de Finestres el 8 de enero de 1873.[5] Una vez en el país destituyó el general Joan Castells, comandante general de la Provincia de Barcelona, nombrando a Jeroni Galceran como comandante en jefe de la Provincia de Barcelona, que había sido herido en Santa Pau el 10 de enero.[6][7] El 27 de enero todo el ejército carlista de la provincia de Barcelona se reunió en Moyá desde el Penedès, a las órdenes de Jeroni Galceran, junto con otros caudillos cómo Vila de Prat, Masachs, Camps o el mismo Miret.[8] En total sumaban 1.000 hombres y 50 caballos. Referencias
Bibliografía
|