Arteria cerebral posterior
La arteria cerebral posterior es cada una de dos arterias (derecha e izquierda) que se originan en la bifurcación de la arteria basilar.[1] Suministran sangre oxigenada a la cara posterior del lóbulo occipital cerebral en anatomía humana. Nace cerca de la intersección de la arteria comunicante posterior con la arteria basilar y conecta con la arteria cerebral media ipsilateral y la arteria carótida interna por medio de la arteria comunicante posterior. Se conocen como arterias cerebrales (arteriae cerebri) a las arterias que se distribuyen en la corteza cerebral: cerebral anterior, cerebral media y cerebral posterior.[2] RamasSegún el Diccionario enciclopédico ilustrado de medicina Dorland, 27ª edición, se ramifica en ramas corticales para las regiones temporal y occipital: arteria coroidea posterior, pedículo retromamilar y arteria cuadrigémina.[1] En la porción terminal o cortical se continúa con las arterias occipitales lateral y media.[1]
Árbol arterial completo en la Terminología AnatómicaLa Terminología Anatómica recoge para la arteria cerebral posterior el siguiente árbol:
DistribuciónDistribuye la sangre hacia las siguientes zonas:
OrigenEl desarrollo de la arteria cerebral posterior en el cerebro fetal se produce relativamente tarde; surge de la fusión de varios vasos embrionarios cerca del polo caudal de la arteria comunicante posterior que irrigan el mesencéfalo y diencéfalo del feto.[3] La arteria cerebral posterior comienza como tal, como continuación de la arteria comunicante posterior en el feto, con solo un 10-30 % de casos con origen basilar importante.[4] El origen carotídeo fetal de la arteria cerebral posterior normalmente involuciona a medida que las arterias vertebral y basilar se desarrollan y la arteria comunicante posterior reduce su tamaño. En la mayoría de los adultos, la arteria cerebral posterior tiene su origen en la porción anterior de la arteria basilar. Solo alrededor del 19 % de los adultos mantienen una dominancia de la arteria cerebral posterior sobre la arteria comunicante posterior, mientras que el 72 % tienen un origen basilar dominante, y el resto tienen igual importancia o fuentes de suministro de la arteria cerebral posterior exclusivas.[4] PatologíaLos mecanismos de infarto de la arteria cerebral posterior son variables e incluyen enfermedad de grandes vasos, enfermedad de pequeño vaso, aterotrombosis de la arteria cerebral posterior o de la basilar o de la vertebral, embolismo, disección y varias otras causas.[5] Referencias
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