La arquidiócesis tiene 2292 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en el cantón Guayaquil en la provincia del Guayas, excepto las parroquias civiles rurales de Juan Gómez Rendón (Progreso), Morro, Posorja, Puna y Tenguel.
En 2022 en la arquidiócesis existían 164 parroquias agrupadas en 5 vicarías zonales: Norte, Noreste, Centro, Sur y Suroeste.
Historia
Antecedentes
Tras el asentamiento definitivo de la ciudad de Guayaquil en 1547 en las faldas del cerrito Verde, los conquistadores españoles asentaron las primeras edificaciones eclesiásticas.[1]
Otras congregaciones eclesiásticas también llegaron al poblado, dando como resultado la edificación de numerosos templos en el sector denominado como La Planchada.
La administración eclesiástica de Guayaquil estaba a cargo de un cura vicario designado a la iglesia matriz, el cual dependía directamente de la diócesis de Quito, que se había erigido el 8 de enero de 1546 al separarse de la diócesis de Lima.
El 25 de noviembre de 1564, se fundó el Hospital de Santa Catalina, dirigido desde 1604 por los religiosos de San Juan de Dios.
El 4 de agosto de 1634 se posesionó como cura vicario de la ciudad Andrés Sánchez de Monasterio.
Las autoridades civiles de Guayaquil emprendieron un proyecto de reubicación del emplazamiento de la ciudad desde «La Planchada» hasta «La Sabaneta» en 1688, y paulatinamente parte de la población migró hasta la denominada Ciudad Nueva, con la resistencia de una importante cantidad de vecinos los cuales no querían dejar sus propiedades en la Ciudad Vieja.
En un intento por incitar el traslado completo de la población, las autoridades locales decidieron trasladar también la iglesia matriz a fines de 1694, ubicándose en junto a la Plaza de Armas, en el lugar en el que actualmente se ubica la Catedral de San Pedro.
El 13 de enero de 1848 pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de la arquidiócesis de Quito.
Después del traslado del obispo Garaycoa a la sede metropolitana de Quito en 1851, el intento del gobierno ecuatoriano de inmiscuirse en los asuntos eclesiásticos resultó en una vacancia de la sede durante diez años.
La crisis en las relaciones entre el gobierno y la diócesis continuó en los años siguientes. En 1865 el presidente Gabriel García Moreno comunicó al obispo Aguirre que su auxiliar Luis de Tola y Avilés no podía salir de la ciudad «porque su conducta [...] manifiesta su adhesión a los implacables enemigos del orden, la propiedad, la Religión y el Gobierno».
El 23 de marzo de 1870 cedió una porción de su territorio para la erección de la diócesis de Portoviejo (hoy arquidiócesis de Portoviejo) mediante la bula Multiplices inter del papa Pío IX.[3]
En 1888 el obispo del Pozo fue suspendido por la Santa Sede por motivos nunca aclarados, pero ciertamente políticos. Partió al exilio voluntario a Lima y luego a Chile, mientras la sede de Guayaquil, considerada ya entre las más importantes del país, permaneció administrada por un administrador apostólico.
Después de veintiocho años de sede vacante, la elección de Riera fue muy laboriosa. En 1915, sin embargo, el gobierno demostró una actitud más conciliadora y se propuso colaborar en la identificación del candidato más adecuado. La elección de la Sede Apostólica, sin embargo, recayó en Andrés Machado, lo que disgustó tanto al arzobispo de Quito como al gobierno. A partir de 1917 el gobierno ecuatoriano renunció definitivamente al derecho de patronato en la elección de obispos.
El 15 de julio de 1948 cedió una porción de su territorio para la erección del vicariato apostólico de Los Ríos (hoy diócesis de Babahoyo) mediante la bula Christianae plebis del papa Pío XII.[4]
El 6 de mayo de 1950 cedió una porción de su territorio para la erección de la prefectura apostólica de Galápagos (hoy del vicariato apostólico de Galápagos) mediante la bula Peramplum quarumdam del papa Pío XII.[5]
El 26 de julio de 1954 cedió otra porción de su territorio para la erección de la prelatura territorial de El Oro (hoy diócesis de Machala) mediante la bula Nos minime latet del papa Pío XII.[6]
Arquidiócesis
El 22 de enero de 1956 fue elevada al rango de arquidiócesis metropolitana mediante la bula Cum in Aequatoriana Republica del papa Pío XII.[7] César Mosquera Corral, quién se desempeñaba como obispo de Guayaquil, fue elevado a arzobispo metropolitano.
El 3 de enero de 1970, mediante la carta apostólicaQuantopere Maria, el papa Pablo VI proclamó a la Bienaventurada Virgen María de la Merced como patrona principal de la arquidiócesis.[8]
El 4 de noviembre de 2009 cedió una porción de su territorio para la erección de la diócesis de San Jacinto de Yaguachi (hoy diócesis de San Jacinto) mediante la bula Verba salutiferae del papa Benedicto XVI.[9]
El 2 de febrero de 2022 cedió otras porciones de su territorio para la erección por el papa Francisco de las diócesis de Daule (mediante la bula Suscipientes misericordiam[10]) y de Santa Elena (mediante la bula In templo Christum[11]).
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2023 la arquidiócesis tenía a fines de 2022 un total de 2 234 000 fieles bautizados.