Arouca (freguesia)
Arouca era una freguesia portuguesa del municipio de Arouca, distrito de Aveiro. Tenía una extensión de 8,49 km² y una población en 2011 de 3185 habitantes. HistoriaDe fundación galo-celta, convertida en villa romana por Augusto y destruida por los musulmanes en el año 716, en el territorio de Arouca estos sufrieron dos severas derrotas en el marco de la llamada Reconquista, una a manos, nada menos, que del Cid Campeador, y otra infligida por Fernando I de León, que venció al rey de la taifa de Lamego,[1] plaza que conquistó en 1057. Arouca tuvo carta foral desde 1151, concedida por Afonso Henriques, y luego confirmada por Alfonso II de Portugal y renovada por Manuel I en 1513. No obstante, la importancia histórica de Arouca se desarrolla a partir de 1220, con el ingreso en su monasterio de D.ª Mafalda, infanta de Portugal y efímera reina consorte de Castilla. Mafalda dio nueva vida a la entonces decadente institución, modesto cenobio fundado en 925, incorporándola a la Orden del Císter, reconstruyendo y ampliando el edificio y obteniendo sustanciosas donaciones, de suerte que a su muerte, en 1256, el monasterio de Arouca era uno de los de mayor importancia en la península ibérica[1]. La freguesia de Arouca fue suprimida como entidad independiente el 28 de enero de 2013, en aplicación de una resolución de la Asamblea de la República portuguesa promulgada el 16 de enero de 2013 al unirse con la freguesia de Burgo, formando la nueva freguesia de Arouca e Burgo, con sede en la primera.[2] PatrimonioComo resulta del apartado anterior, el principal elemento histórico-artístico de Arouca es su monasterio, aunque este presenta hoy un aspecto muy distinto del que le confirió D.ª Mafalda. Apenas un sillar grabado del siglo X recuerda el primitivo cenobio y los vestigios de un rosetón del siglo XIV es el único resto de lo que fue un gran monasterio gótico.[3] Lo que contemplamos actualmente es un edificio manierista de los siglos XVII-XVIII, con revestimientos barrocos de talla dorada, del estilo denominado barroco joanino. En su interior destaca la sillería del coro, en talla dorada, con treinta pinturas de escenas de la vida de D.ª Mafalda (beatificada en el siglo XVIII) y de diversos santos, varios de ellos cistercienses. En la plante superior existe un interesante museo de arte sacro.[4] El monasterio de Arouca impresionó a José Saramago tanto como para dedicarle en su Viaje a Portugal[5] una descripción que ocupa página y media y que resumimos a continuación:
Frente al monasterio se levanta el pelourinho, símbolo de la antigua jurisdicción municipal, con fuste cilíndrico, capitel simple y coronado por una esfera armilar, añadido posterior al remate primitivo, compuesto por el capitel con dos escudos reales.[6] Referencias
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