Armada Soviética
La Armada Soviética (en ruso: Военно-морской флот СССР, romanizado: Voyenno-morskoy flot SSSR; literalmente Fuerzas militares navales de la URSS) era el brazo naval de las Fuerzas Armadas Soviéticas. A menudo referida como la Flota Roja, la Armada Soviética habría desempeñado un papel fundamental en una posible guerra del Pacto de Varsovia con la OTAN, cuando tendría que detener los convoyes navales que traían refuerzos por el Atlántico hacia el teatro de operaciones de Europa Occidental. Tal conflicto nunca ocurrió, pero la Armada Soviética aún veía acción considerable durante la Guerra Fría. La Marina tendría que destruir los submarinos balísticos de Estados Unidos y los grupos de batalla de los portaaviones y de la OTAN y asistir a las fuerzas de tierra en ofensivas terrestres. El complejo militar ruso fue rápido en facilitar todo tipo de misiles a la Marina, y se volvió un emblema que la mayoría de los barcos de superficie rusos portaran misiles antibarco de gran tamaño. Los barcos que poseen un gran número de misiles antibuque de la Marina son los cruceros de la Clase Kírov y Clase Slava. Adicionalmente durante la Guerra Fría, la Unión Soviética le dio muchas tareas diversas a su marina para complementar la tríada nuclear por medio de su flota de submarinos portadores de MBIC de clase Delta. La Armada estaba dividida en varias flotas mayores: la Flota del Norte, la Flota del Pacífico, la Flota del Mar Negro y la Flota del Báltico. La Flotilla del Caspio era una formación semiindependiente administrativamente bajo el mando de la Flota del Mar Negro, mientras que el Escuadrón Soviético del Índico retiró sus unidades y estaba bajo la jurisdicción de la Flota del Pacífico. Otros componentes incluían la Aviación Naval, Infantería Naval (fuerzas de infantería de marina) y Artillería Costera. Fue reformada dentro de la Armada Rusa tras el fin de la Guerra Fría en 1991. Historia
Los rusos no han tenido una fuerte tradición marítima, al menos en el mismo sentido que la disfrutaron otras potencias europeas, como los españoles, británicos y franceses. Debido en gran medida a su geografía, Rusia sencillamente no tenía la misma cantidad de acceso a los grandes mares, y a lo que sí tenía acceso era a menudo detenido por el hielo de la temporada invernal. Además, el vasto tamaño y la posición central de Rusia en Eurasia permitieron las rutas comerciales por vía terrestre a muchos vecinos, aunque negando la necesidad de una Armada para proteger el comercio marítimo. Véase tambiénEnlaces externos
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