Aries (astrología)
En astrología, Aries (♈︎) es el primer signo del zodíaco, el primero de naturaleza positiva / masculina y de cualidad cardinal. Simboliza la energía y la fuerza y su símbolo representa el carnero.[2][3] Pertenece junto a Leo y Sagitario al elemento fuego.[4] Está regido por el planeta Marte. Su signo opuesto y complementario es Libra.[5] Color dominante: rojo.[6] Manilio dice que dios que tutela este signo es Minerva y que Aries rige la cabeza.[7] El signo se asocia al carnero, a la constelación de Aries (por lo menos desde el siglo I a. C.) y al mito griego de Jasón y los argonautas. En este mito, Frixo y Hele fueron rescatados por un carnero y luego el animal es sacrificado en honor al dios Ares. El carnero simboliza la energía y fuerza de este signo zodiacal.[8] Finalmente, Zeus en agradecimiento coloca al carnero en el cielo.[9] Duración del signoEn la astrología tropicalEn la astrología tropical, basada en la división en doce partes iguales de 30 grados de la eclíptica, se considera que alguien es del signo Aries cuando nace aproximadamente entre el 21 de marzo y el 20 de abril.[10] Estas fechas varían en función al huso horario del lugar de nacimiento y la fecha del inicio del año astrológico de cada año, dado por el momento del equinoccio de marzo o punto Aries.[11][nota 1] Debido a lo anterior, algunos años las fechas que definen el periodo que corresponde a Aries pueden variar y ser:
Para el año 2024, el signo de Aries inicia el 20 de marzo a las 03:06 h en UTC+0. Esta fecha de inicio se mantendrá para las personas que residen en territorios cuyas zonas horarias van de UTC-3 a UTC+14, y para las personas en UTC-12 a UTC-2 Aries inicia el 19 de marzo.[15][12] En la astrología sideralEn la astrología sideral, basada en el tránsito del Sol sobre las constelaciones, se considera que alguien es de signo Aries cuando nace aproximadamente entre el 13 de abril y el 14 de mayo.[16] DescripciónAries es el primero de los doce signos zodiacales y el primero de la triplicidad de fuego, junto a los signos de Leo y Sagitario. Por ser el primer signo, está asociado al liderazgo. El signo rige la cabeza y el rostro.[17] Su glifo se representa con los cuernos de un carnero; a veces se interpreta como una fuente de la cual brota agua hacia arriba.[18] Este signo pertenece a los llamados signos cardinales; junto con Cáncer, Libra y Capricornio se sitúa en los cuatro extremos de los puntos conocidos como equinoccios y solsticios del círculo zodiacal.[19] DecanatosDe acuerdo a las triplicidades, Aries se divide en tres decanatos de 10 grados en el siguiente orden: el primer decanato regido (o gobernado) por el planeta Marte, el segundo por el Sol y el tercero por Júpiter.[20] De acuerdo a la astrología caldea según Claudio Ptolomeo, los decanatos para Aries son Marte, Sol y Venus.[21] Etimología, origen y mitologíaLa palabra aries deriva de la latina arietis que significa borrego.[22] La estrella principal de la constelación de Aries es Hamal (Alfa Arietis / HD 12929), que deriva de la palabra del idioma árabe rās al-ħamal (راس حمل) que significa «la cabeza del borrego».[23] OrigenLos signos del zodíaco son 12 divisiones de 30 grados de la eclíptica por lo que no corresponden ni deben ser confundidos con las agrupaciones de cuerpos celestes que son las constelaciones. No obstante, sí se asocian a constelaciones.[24] Se ha argumentado que el origen de Aries como signo zodiacal surge alrededor del 500 a. C. en Mesopotamia durante el imperio caldeo. No obstante, ya alrededor del 2200 a. C. durante la época del imperio acadio se conocía el punto Vernal (conocido como punto Aries) como marcador celeste del equinoccio de marzo. En la época caldea, en el zodiaco de ocho constelaciones se le añaden los signos de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio completando así las 12 divisiones en partes iguales de la rueda de los animales basándose en los puntos cardinales del Sol que determinan el inicio de las estaciones; esto es, los puntos que corresponden a los equinoccios y solsticios en el hemisferio norte.[25] El signo de Aries asociado al carnero ya se encuentra en el Zodiaco de Dendera del Templo dedicado a Hathor, diosa del amor y la fertilidad, en la ciudad de Dendera en Egipto. Se sitúa cronológicamente la elaboración del bajorrelieve de Dendera alrededor del 50 a. C.[26] En una gema de jaspe color verde oscuro del siglo III d. C. se ha grabado la palabra braxas debajo de un carnero saltando hacia la izquierda, la cabeza girada hacia la derecha y con la estrella creciente de ocho puntas.[27] Esta gema se encuentra en el Museo Británico en Londres.[28] Se considera que es una gema con atributos mágicos al estar inscrita con la referencia a Abraxas.[29] Las gemas mágicas de la época con representaciones del carnero ariano son raras y solo se ha encontrado una a la fecha, a diferencia de las gemas más comunes con imágenes grabadas de cangrejos, escorpiones, leones y cabras.[30] Mitología griegaEs el escritor y general romano Germánico quien en el siglo I d. C., al hacer una traducción libre del Phainomena de Arato, asocia el mito del carnero alado Crisómalo y el vellocino de oro en la historia de Jasón y los Argonautas a la constelación y signo de Aries.[31][32] En este mito, de origen griego, Frixo y Hele son hijos de Atamante, rey de Tesalia, y de su primera esposa Néfele. Tras quedar viudo, Atamante vuelve a casarse con Ino quien empieza a odiar a los hermanos.[33] Ino tramó una trama tortuosa para deshacerse de los gemelos, tostando todas las semillas de la cosecha de la ciudad para que no crecieran. Los agricultores locales, temerosos de la hambruna, pidieron ayuda a un oráculo cercano. Ino sobornó a los hombres enviados al oráculo de Delfos para mentir y decirles a los demás que el oráculo requería el sacrificio de Frixo, pero antes de que pudieran matarlo, Frixo y Hele fueron rescatados por un carnero dorado enviado por Néfele, su madre natural.[34] En otra versión, Hermes salva a los niños entregándoles un carnero alado llamado Crisómalo, con la lana o vellocino de oro, y dotado del don de la palabra. Los niños parten sobre él rumbo a Asia, salvándoles la vida. Durante el viaje Hele cae al mar y se ahoga, dando su nombre a esa región marina, que pasará a llamarse Helesponto. Frixo llega a la Cólquida, cuyo rey Eetes lo acoge y le concede en matrimonio a su hija Calcíope.[35] En agradecimiento a Eetes, Frixo sacrifica al carnero y le ofrece el vellocino al rey, quien lo consagra a Ares y lo cuelga de una encina en un bosque dedicado al dios, guardado por un descomunal dragón y rodeado por campos donde pastan enormes toros salvajes. En agradecimiento Zeus colocó a Aries en el cielo nocturno.[36] Notas
Referencias
Bibliografía
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