ArerunguáEl paraje Potreros de Arerunguá o simplemente Arerunguá, ocupa una importante extensión ubicado al centro y norte de la República Oriental del Uruguay sobre el arroyo Arerunguá. Se extiende sobre territorios que forman parte actualmente de los departamentos de Salto y Tacuarembó. Sus coordenadas centrales aproximadas son: 31°34′00″S 56°47′05″O / -31.56667, -56.78472 [1] La etimología Arerun-guá en idioma guaraní significaría «lugar donde transita gente».[2] Su importancia histórica radica en haber sido refugio de las familias Charrúas a raíz de la paulatina expansión colonial española, luego, durante el período revolucionario independentista y finalmente en la primera década del Uruguay independiente, hasta su exterminio casi total en la Matanza del Salsipuedes en 1831.[cita requerida] [3] El historiador Carlos Maggi en su libro “El Caciquillo”, sostiene la tesis que este pudo haber sido uno de los sitios de permanencia de Artigas durante sus “años en el destierro”. Así suele denominarse al largo período comprendido entre los 14 y 33 años de edad del jefe de los orientales. Maggi indaga la posibilidad de que entre los Charrúas, tuvo José Artigas su primera pareja y a su primer hijo, conocido posteriormente como Manuel Artigas y apodado, precisamente “El Caciquillo”. El potrero de Artigas en 1805En 1805 Artigas solicita y obtiene del comandante Viana, representante del virrey más de 105 mil hectáreas en Arerunguá.
Cuartel General de Artigas 1814-1815Pasados unos 10 años, en 1814-1815 Arerunguá sería el lugar elegido por Artigas , devenido en Protector de los Pueblos Libres, como centro de operaciones y cuartel general del ejército Oriental durante el período de la «Gesta artiguista» en el Río de la Plata. En este cuartel general se izaría en enero de 1815 el primer pabellón artiguista, iniciador de la Liga de los Pueblos Libres.[5] [6] [7] [8]
Arerunguá era muy conocido en su época. Según Ferraro, algunos aristócratas de Córdoba, se referían al fervor artiguista de los jóvenes de la universidad, y decían de ellos:
Estas características sitúan a Arerunguá como lugar de un enorme valor histórico, dado que allí surgieron y maduraron elementos sustanciales de la “orientalidad” que distingue el ser Oriental en su esencia de nación.[11] Véase tambiénReferencias
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