Aprendizaje estratégico

El aprendizaje estratégico consiste en la búsqueda del aprendizaje significativo, de contenidos, desarrollo de habilidades y destrezas con la consigna de que el estudiante sea el ente autorregulador de su propio proceso de aprender.[1]​ Supone de un plan estratégico, que conduce a la toma de un conjunto de decisiones para obtener un verdadero cambio cognitivo, actitudinal, conceptual, procedimental, y cambios en el conocimiento estratégico sobre cuando y porque resultaría aconsejable, en un futuro, utilizar esos conocimientos.[2]

Poseer un conocimiento estratégico requiere, la activación y gestión consciente y condicionalizada de otros conocimientos, facilita la construcción de nuevo conocimiento conceptual, procedimental y/o actitudinal.

El alumno debe analizar y ser capaz de elegir las diferentes estrategias de acuerdo a sus requerimientos educativos para que pueda desarrollar su proceso de aprendizaje de manera óptima. Estas estrategias deben estar asociadas, a su vez, con varios tipos de conocimientos. El uso y aplicación de las estrategias no deben ser tomadas como cosas al azar, es necesario una planificación adecuada y el control durante la ejecución con la intervención del docente como guía y hacedor del desarrollo del propio conocimiento.[1]

El aprendizaje estratégico está conformado en una nueva cultura de aprendizaje, más ajustada a las complejas necesidades del mundo actual, las cuales demandan aprendizajes de estrategias, que capaciten para seguir aprendiendo, exigencia, que sin duda, trascienden los viejos esquemas informativos de la escuela.[3]

Referencias