Aparición de San José en Bessillon
La aparición de San José en Bessillon o de San José de Cotignac se refiere al acontecimiento ocurrido el 7 de junio de 1660, en el pueblo de Cotignac en el departamento de Var. Un pastor que padecía sed, Gaspard Ricard, cuenta haber visto a un anciano, que se hace llamar Joseph, quien le ordena que levante una gran piedra para encontrar una fuente. Efectivamente, allí descubre una fuente, aunque se sabía que en la zona no había ningún manantial. Pronto los peregrinos acudieron en masa y se construyó una capilla para venerar a San José. El lugar de culto está anexo al cercano santuario de Notre-Dame de Gràces. Abandonado durante la Revolución Francesa, el lugar de culto volvió a su actividad en 1975 con la llegada de las monjas benedictinas. HistoriaFuentes bibliográficasLa historia de la aparición de San José, y el milagro de la fuente, se recoge en la mayoría de los relatos históricos de Provenza. La primera narración data de 1664 (es decir, 4 años después de los acontecimientos),.[1] la incluye Honoré Bouche en su obra sobre la historia de la Provenza.[2] También Bruzen de La Martinière, en su Dictionnaire géographique (1726-1741), cita este acontecimiento. [1] Thomas Corneille, en su Dictionnaire universel géographique et historique publicado en 1708 también menciona este acontecimiento, pero en una versión diferente a la de los demás autores: el vidente se llama Joseph, y no Gaspard; es labrador, y no pastor, y el manantial brota tras su oración, sin que haya una aparición de San José, ni se levante una piedra. [1][a] El diario de deliberaciones del consejo municipal de Cotignac menciona también los hechos, en el mismo mes de la aparición declarada. [b][3] Relato de la apariciónEl 7 de junio de 1660[c][2] de 1660, Gaspard Ricard,[d] joven pastor, hace apacentar su rebaño sobre la vertiente oriental del cerro del Bessillon, a 2 km de la iglesia de Notre-Dame-de-Gracias. El joven comienza a padecer sed pues su cantimplora esta vacía, y el río más cercano se encuentra muy alejado. Se pone entonces a rezar; apenas ha empezado a hacerlo cuando ve «aparecer un hermoso anciano con una figura vénérable y dulce, que le encarga levantar una piedra situada a poca distancia»,[4][5] Este hombre le dice que allí descubrirá una fuente. Pero la piedra es muy grande y parece muy pesada, el joven lo hace notar al anciano; pero, este insiste y le indica que levante esa piedra. El pastor desplaza entonces la piedra sin esfuerzo y «descubre una fuente en la que brota agua con fuerza». En un primer momento, el joven Gaspard bebe abundantemente para aplacar su sed, antes de volverse hacia el anciano, pero este ha desaparecido ya, no sin haberle indicado aantes que se llamaba Joseph.[4][e] Gaspard va inmediatamente al pueblo y cuenta estos hechos, pero nadie le cree. Los más ancianos del pueblo dicen que no se conoce ninguna fuente en ese lado del cerro. Los campesinos que querían verificar sus declaraciones lo acompañaron al lugar de la aparición y descubren allí la fuente. Intentan mover la piedra indicada por Gaspard Ricard, pero ocho hombres juntos no pueden moverla.[6] Todos los participantes quedan asombrados, incluido el vidente que declara[f] que fue San José quien se le apareció, para acudir en su ayuda. Luego el vidente cae de rodillas y da gracias a Dios. Rápidamente lo acompañan sus compañeros que hacen lo mismo. La noticia de la aparición y del milagro se difundió muy rápidamente por toda la región.[6] Las consecuencias de la apariciónLas crónicas refieren que «varios pacientes experimentaron un alivio significativo de sus dolencias simplemente aplicando agua del manantial». Rápidamente la fuente es considerada como milagrosa, y es objeto de veneración. En los días siguientes, una gran multitud acudió al lugar y dejó numerosas ofrendas, hasta el punto de que la autoridad municipal tuvo que intervenir para regular la situación.[1]Se decidió que la recogida de limosnas (las ofrendas de los peregrinos) la haría la comuna. El 25 de julio de1660 (menos de un mes después de la aparición), el consejo municipal organizó la recolección de fondos, con voluntarios designados, encargados de llevar la contabilidad de las donaciones y entregar recibos a los peregrinos.[3] Sin saber qué uso hacer con estas limosnas, los funcionarios electos pidieron consejo a las autoridades de Aix-en-Provence, quienes respondieron que hicieran construir una capilla con las sumas recaudadas. La decisión fue ratificada el11 de agosto por el consejo municipal.[ H 1 ] Pero temiendo que las sumas fueran insuficientes para financiar toda la obra, se decidió añadir una colecta en toda la diócesis de Var, para completar la suma necesaria. [7] Al ver la afluencia de peregrinos, en pleno verano, en una zona desértica, algunos comerciantes decidieron abrir establecimientos de bebidas cerca del lugar para poder «saciar la sed de los peregrinos» yendo al lugar de la aparición. Esto dio lugar a solicitudes de patentes para establecer comercio ante las autoridades de la ciudad,[g] y se produjo un litigio entre los representantes de la ciudad y el conde de Carcès, señor del lugar, quienes se consideraban con derecho recaudar impuestos sobre estas nuevas empresas. [8]La batalla legal entre las dos autoridades duró hasta 1663, cuando finalmente se llegó a un acuerdo entre las partes.[8] [h] Reconocimiento y veneraciónMuy rápidamente, ante la afluencia de peregrinos, los representantes del pueblo decidieron construir una capilla.[7]En septiembre del mismo año, pidieron al oratoniano del cercano lugar de culto dedicado a Notre-Dame de Gràces, que se hiciera cargo de esta nueva capilla. [9]El vicario del obispo acudió personalmente a consagrar la nueva capilla. Ante el rápido aumento del número de peregrinos, los funcionarios municipales pidieron que otros sacerdotes acudieran para ayudar al sacerdote responsable de la capilla de San José,[10] y se construyó una nueva iglesia más grande en sustitución de la capilla original. La iglesia final fue consagrada oficialmente en 1663.[11] El obispo local reconoció rápidamente[i] la aparición de San José en Cotignac .[12] [13]Menos de un año después de la aparición, en marzo de 1661, el joven rey Luis XIV decretó el 19 de marzo como día no laborable en todo el reino. Esta fiesta sería suprimida durante la Revolución. [12] Esta aparición es una de las cuatro apariciones del santo oficialmente reconocidas en el mundo por la Iglesia Católica; las otras tres son la de Kalisz (Polonia) hacia 1670, Knock (Irlanda), el 12 de agosto de1879; y Fátima (Portugal), el 13 de octubre de 1917, en la última aparición de la Virgen. [14] Notas y referenciasNotas
Referencias
Bibliografía
Véase también
Enlaces externos
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