Hijo de Leandro Goicoechea Carricarte, navarro afincado en Puerto Príncipe, y Zenobia Cosculluela, nacida en Camagüey.[2]Nació el 21 de enero de 1876 en Barcelona.[3]
Carrera política
Miembro del Partido Liberal Conservador, en 1899 fue nombrado letrado del Consejo de Estado. Se convirtió en diputado de las Cortes de la Restauración por primera vez en 1909 representando al distrito de Becerreá,[4] al sustituir a Joaquín Caro y Arroyo.[5] Empezó a adquirir relevancia política cuando se convirtió en el líder de las Juventudes Mauristas, a pesar de tener casi cuarenta años.[6]
En 1918 resultó elegido por Madrid.[7] En 1919 sería elegido tanto por Monforte como por el distrito toledano de El Puente del Arzobispo; finalmente, tras celebrarse sorteo, elegiría mantener el acta por Monforte[¿cuál?].[8] Concejal del Ayuntamiento de Madrid y Subsecretario de Gracia y Justicia,[9][10][11] entre el 15 de abril y el 20 de julio de 1919 pasaría a desempeñar la cartera de Gobernación[12][13] en un gabinete de Antonio Maura, pero dimitió al poco tiempo por la oposición tanto de los liberales como de los partidarios de Eduardo Dato.
Cuando se proclamó la Segunda República se unió a Acción Nacional —partido que hubo de cambiar su nombre por el de Acción Popular— de la que se separó en enero de 1933 para crear Renovación Española, del que fue presidente y por el cual fue elegido diputado a Cortes en las elecciones generales de 1933. Goicoechea fue uno de los principales partidarios del retorno de la monarquía alfonsina. También era íntimo amigo de José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador, y de hecho Goicoechea buscó la máxima cooperación con Falange Española.[17] Sin embargo, el ingreso en el partido de José Calvo Sotelo, figura con más carisma que Goicoechea y que había vuelto de su exilio autoimpuesto en Francia con las pretensiones de imprimir un cariz más totalitario a la derecha radical alfonsina,[18] eclipsó la figura de Goicoechea, el cual no fue elegido diputado en las elecciones generales de 1936. Durante estos años Goicoechea se convirtió en el principal contacto de Mussolini en España.[19] De hecho, el 31 de marzo de 1934 ya había firmado un pacto secreto con la Italia fascista[20][n. 1] para obtener ayuda bélica (fusiles, bombas de mano y ametralladoras) y financiera destinada a liquidar la joven democracia republicana en España; él mismo sería encargado por su partido para administrar esos medios, entre ellos un millón y medio de pesetas en metálico como dotación inicial.[22][23] Tras el asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936, Goicoechea volvió a convertirse en el principal líder de Renovación Española.
Guerra Civil y franquismo
Participó activamente en la preparación de la sublevación militar que dio origen a la Guerra Civil. Perfectamente enterado de los planes golpistas, al atardecer del 17 de julio Goicoechea salió de Madrid, trasladándose a Burgos. El 25 de julio de 1936 se trasladó a Roma junto al político e intelectual monárquico Pedro Sainz Rodríguez a entrevistarse con Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de Benito Mussolini, con el objetivo de conseguir el apoyo italiano para los sublevados.[24] Sus gestiones ante Ciano llevarían al envío de ayuda militar italiana a los sublevados, en forma de voluntarios, armas, municiones y aviones.[25] Cuando Franco aprobó el Decreto de Unificación en abril de 1937, que supuso la unificación de todas las fuerzas políticas del Bando sublevado en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, Goicoechea disolvió formalmente Renovación Española. Esto supuso el final de su actividad política.
↑Vidarte, Juan-Simeón (1973). Todos fuimos culpables. Fondo de Cultura Económica. pp. 346-349. «A finales de julio o primeros de agosto de 1936, la policía encontró en el despacho de Antonio Goicoechea una carpeta que decía "Roma", que contenía el borrador del pacto militar suscrito entre Mussolini y el mariscal Italo Balbo con los monárquicos españoles en fecha de 21 de marzo de 1934 tras una entrevista personal. En la misma carpeta y después del documento transcrito estaban una tarjeta de visita de Benito Mussolini, Capo de Governo, Ministro degli Affari Esteri, y otra del cardenal Isidro Gomá, arzobispo de Toledo.»
González Calleja, Eduardo (2008). «La violencia y sus discursos: los límites de la «fascistización» de la derecha española durante el régimen de la Segunda República». Ayer (71): 85-116. ISSN1134-2277. JSTOR41325979.
Payne, Stanley G. (1989) [1961]. Falange: A History of Spanish Fascism.
Pascual, Pedro (1999). El compromiso intelectual del político: ministros escritores en la restauración canovista. Madrid: Ediciones de la Torre. ISBN84-7960-247-3.