Annie MurrayAnnie Cargill Knight (nacida Murray; 10 de abril de 1906-4 de noviembre de 1996) fue una enfermera escocesa de la guerra civil española (1936-1939). Hija de un granjero, fue criada en una familia de ocho hermanos. Tras terminar su capacitación como enfermera, se involucró activamente en el Partido Comunista. Fue, a su vez, una de las primeras personas de nacionalidad británica en llegar a España como voluntaria para apoyar a la Segunda República durante la Guerra Civil. BiografíaAnnie Cargill Murray, nacida en Aberdeen en 1906, era hija de George Wilson Murray y Anne Cargill. Creció en una zona rural de Perthshire. Dos de sus siete hermanos, George y Tom, recibirían sendas menciones especiales por parte del bando republicano por sus esforzada labor durante la guerra civil española.[1] Murray se formó durante 1936 como enfermera en la Royal Infirmary of Edinburgh. Allí participó junto a otras enfermeras en protestas relacionadas con el sueldo y las condiciones laborales.[2][3] Murray ingresó en el Partido Comunista y partió a España nada más finalizar su formación.[4] La siguieron a España,[4] y en ocasiones la visitaron, sus hermanos George (que combatió dos años y resultó herido) y Tom (luchó alrededor de seis meses, pero fue llamado de vuelta a Escocia por el Partido Comunista). En total formaban parte de los alrededor de 500 voluntarios escoceses en la Guerra Civil que compartían los principios del gobierno republicano español y se desplazaron al frente para luchar contra el fascismo[2][5] Antes de abandonar Barcelona, Murray fue testigo de un hecho atroz:
En la Segunda Guerra Mundial, Murray estuvo a cargo de una estación antiaérea durante la defensa civil de Londres.[6] Afirmaría posteriormente que la guerra civil española había sido el episodio más importante de su vida, que no se arrepentía de haber acudido[7] y que «la guerra de España me impactó profundamente»[8] [4] así como que «cuando todos los esfuerzos se vinieron abajo fue una cosa terrible, terrible... los fascistas tomaron la delantera».[4] En 1948 se casó con Frank Knight. Se jubiló en 1964 y, posteriormente, se mudó a Dunfermline, concejo de Fife, localidad en la que tanto ella como su marido fallecerían en 1996.[2][3][5] La correspondencia de Murray se encuentra depositada en la Biblioteca Nacional de Escocia, donde uno de los conservadores de dicha institución ha señalado: «Los años 30 era un mundo de hombres y resulta enormemente difícil apreciar desde una perspectiva moderna lo que [Murray] y otros voluntarios hicieron. Muchos de ellos jamás habían salido de Edimburgo, por no decir del país».[7] Murray dio un discurso durante la inauguración en 1986 del monumento en memoria de los brigadistas internacionales escoceses que acudieron voluntarios a la guerra civil española, ubicado en los Princes Street Gardens de Edimburgo.[9] TrabajoUna vez terminado su periodo formativo como enfermera en Edimburgo, Murray sirvió en España como voluntaria del Comité de Auxilio Médico Británico para prestar cuidados a las Brigadas Internacionales.[2] Llegó al país en septiembre de 1936[8] e inicialmente trabajó al lado de las fuerzas republicanas en un pequeño hospital de Huete,[3] aunque el personal carecía en su mayoría de formación. Más tarde partió a Barcelona, donde prestó servicio en teatros junto a un equipo de médicos españoles[3][4] durante alrededor de dos años y medio. Fue testigo de graves heridas y, aunque la mayoría de sus pacientes eran voluntarios brigadistas o soldados republicanos, también atendió a prisioneros de guerra norteafricanos, conocidos por la población como 'moros';[3] en una ocasión, a pesar de las protestas de otros pacientes, auxilió a un soldado fascista.[4] Llegó a relatar a su hermano Tom el caso de un paciente moro cuya pierna presentaba una herida grave, pero el cual se aferraba a un paquete, así que las enfermeras finalmente lograron arrebatárselo para así poder curar la hemorragia: contenía un puñado de marcos alemanes sin curso legal (de los años 1914-20), lo que muestra cómo explotaba el régimen de Franco a los mercenarios moros.[9] Murray comprobó que tanto los doctores como el equipamiento médico eran muy buenos, y consiguió que se enviaran desde Londres —a través del Comité de Auxilio Médico Británico— más suministros y material sanitario. Encontró a la población española hospitalaria con los voluntarios, aunque el alojamiento proporcionado por los vecinos resultaba primitivo en comparación con su vida en el Reino Unido, y la comida y el café estaban racionados y eran de escasa calidad. Allí disfrutó de vacaciones así como de correspondencia a pesar de la guerra, y disponía de un lugar de descanso cerca del mar donde la población se hacía cargo de las enfermeras.[4] Con la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, Murray huyó junto a pacientes inválidos a los que atendió durante un corto periodo en Francia antes de su regreso a Londres[4] en 1939. Allí trabajó en el Hospital de Dulwich.[4] Tras servir en la Defensa Civil de Londres durante la guerra mundial, trabajó en un jardín de infancia[4] en el distrito londinense de Stepney, y acabó trabajando en las cercanías de Mount Pleasant Mail Centre.[2] Referencias
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