Animales domésticos (libro)
Animales domésticos es un conjunto de once cuentos de Alejandra Costamagna que ha recibido reconocimientos, tanto nacionales como internacionales, tales como el Premio Altazor (2012), y el Premio de literatura Anna Seghers 2008 de Alemania, entre otros, cuya primera edición en español fue publicada en abril de 2011 y su tercera edición en 2016.[1] Además cuenta con una traducción al francés, publicada por la editorial L'atelier du Tilde.[2][3] CaracterísticasA pesar de que el libro no trata específicamente sobre animales, sí tiene relación con el mundo animal. En algunos de los cuentos se menciona a gatos y perros con el objetivo de comparar el actuar humano con el de dichos animales; las similitudes saltan a simple vista, debido a que los personajes de las historias en su mayoría se dejan llevar por sus instintos o actúan sin pensar.[4] Cabe destacar que los cuentos tienen un final abierto, lo cual deja el desarrollo de sus respectivos finales a la imaginación del lector. Es importante destacar que en su epígrafe cita a Idea Vilariño, poeta, ensayista y crítica Uruguaya. ArgumentoYo, ClaudioEs el primer cuento, el cual habla acerca de Claudio y Claudia. Ambos se conocieron en un cine en el cual ella trabajaba. Luego de cinco días de su primer encuentro, Claudia contacto a Claudio y le pidió que salieran. Él pasó a buscarla al cine y se fueron a un pool y cuando se despidieron Claudio intento besarla, pero ella no lo dejó.
La tercera vez que se vieron, Claudio acompañó a Claudia a un hospital en el cual supuestamente estaba la madre de ella, a quien creía muerta. Imposible salir de la TierraJulieta es una joven con una enfermedad grave, que debe ser operada.
Esta joven tiene una hermana, con la cual ha pasado por tragedias anteriormente, como lo fueron la muerte de su padre y el posterior suicidio de su madre. Ambos hechos afectaron terriblemente a Julieta, a tal punto de que ya no le encuentra sentido a la vida. A las cuatro, a las cinco, a las seisIsidora y Javier son una pareja que lleva años juntos, tienen un gato de mascota, el cual se enferma una madrugada y no encuentran veterinario para llevarlo, así que deciden ir a urgencias de un hospital, donde esperan horas para que finalmente el doctor no quiera atenderlos.
Al haber estado tantas horas en el hospital, se hace de día y encuentran una clínica veterinaria que esta próxima a abrir. En ese lugar atienden a su gato y les informan que tiene una infección y también es ahí donde Javier le dice a Isidora que quiere terminar la relación. Daisy está contigoUn hombre que ha sufrido la pérdida de un ser querido (Alia) se encuentra una perra en su puerta, llamada Daisy, decide llamar al número que figura en la placa del animal y le contesta su dueña, la cual está muy emocionada porque han encontrado a su perra; el sujeto le pregunta por la recompensa y le da su dirección para que pueda ir a buscar a su mascota.
El hombre se queda dormido y sueña con Alia y al despertar se encuentra con que la dueña de la perra está tocando el timbre; mira una vez más la medalla de Daisy. HambreDos hijas celebran los setenta años de su madre, una de las hijas llega cansada, excusándose en el trabajo, pero la madre sabe que su cansacio de debe en realidad a su matrimonio; también sabe de la situación en la que se encuentra su hija menor, la cual tiene un amante que le manda mensajes expresándole que “tiene ganas de ella”.
PantajaliUn hombre conoce a una chica pelirroja llamada Luciana, en una clase de Yoga, a la que ambos llegaron por recomendación del mismo un terapeuta. La historia se centra en cómo los une la misma tragedia ocurrida en pasado: el asesinato del Hotel Valdivia.
La tragedia implica que uno es visto como el hijo del asesino y el otro el hijo de los asesinados. Como resultado, ambos se alejan, pero tiempo después Luciana le escribe al hombre para verlo de nuevo en una cita. HombrecitosTania y Boris son dueños de una gata que se ha tragado un clip que más tarde vomita, por lo que deciden llevarla al veterinario, del cual Boris se pone celoso.
Boris es un hombre que sufre de celos compulsivos, se imagina mil y una historias de cómo Tania lo engaña con quién a ella se le cruce en su camino. Ambos tienen una discusión a raíz de los celos de Boris en la cual Tania pierde la paciencia y arroja todas las cosas que se encontraban en la mesa en la cual estaba Boris, al suelo. PelosUna mujer va a un salón de belleza y pide que la depilen completa. La depiladora se da cuenta de que aquella mujer es muy peluda, como un oso.
Luego de depilarla, se queda conversando junto a su compañero que es estilista acerca de que hacer con la cera utilizada con la mujer a la que acababa de depilar. La epidemia de TraiguénUna chica de 19 años está obsesionada con un hombre, quien había sido su jefe y amante que la despide sin razón alguna, por lo que decide seguirlo hasta a Japón, donde trabaja de cuidadora de niños. Un día va con el bebé en el auto, ve al hombre y se baja para seguirlo, sin pensar, dejando al bebé dentro sin ventilación alguna.
El único orden posibleUna chica tiene algo que decir a su familia; se da vueltas y vueltas pensando cómo podrían reaccionar sus padres y su hermana, se sienta en la mesa y piensa en cómo decir la noticia que se supone tiene que decir.
Nadie nunca se acostumbraJani, de 12 años, es obligada a ir de vacaciones con su padre a Argentina y dejar atrás a su perra Daisy. Jani tiene la costumbre de contar perros, pero cuando llega a Argentina, no ve ninguno y se frustra. En el transcurso de la historia Jani continúa incómoda en la casa de su tía, y un día en el que decidió subir a la copa de un árbol divisó una jauría de perros. Estos empezaron a querer atacarla, a lo que su tía Bettina salió al rescate con un palo de escoba, pero no fue capaz de defender a la niña ya que los perros se le tiraron encima y la hirieron gravemente por lo que tuvieron que llevarla al hospital.
Sin importarle todo esto, Jani solo quiere volver con su madre Milena y con Daisy, su perrita. Recepción críticaDesde su publicación en 2011, Animales domésticos ha recibido diversas críticas, entre las cuales se destacan las siguientes: Patricia Espinosa, crítica literaria, en un artículo para el diario Las Últimas Noticias señala la relevancia del rol femenino en los relatos de Alejandra Costamagna.[5]
Juan Andrés Piña, periodista chileno, en un artículo para la Revista Caras señala que la autora se centra en la complejidad de la convivencia entre parejas y familias.[6]
Diego Zuñiga, escritor, editor y periodista chileno, en un artículo realizado para la revista Rolling Stones expresa que sus cuentos guardan relación con Los ecos de Lorrie Moore, Miranda July, Grace Paley y Amy Hempel, la literatura uruguaya de Onetti, Felisberto Hernández; e Idea Vilariño y Armonía Somers, autoras de los epígrafes de libro. Y la literatura argentina, en la que destaca la influencia de dos narradoras: la periodista Leila Guerriero y la cuentista Hebe Uhart.[7]
Lorena Amaro, profesora titular del Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en un artículo para la revista Intemperie señala que los textos de Costamagna son tragedias que provocan emociones profundas a quienes los leen[8]
Referencias
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