Allium ursinum
El ajo de oso (Allium ursinum) es una especie de planta bulbosa y herbácea perteneciente a la familia de las amarilidáceas, y que se considera medicinal y comestible. Su fuerte olor recuerda inevitablemente al de su pariente, el ajo común. El uso culinario se centra en ensaladas de hoja, pestos y majadas, en los que se incluye para aportar un ligero sabor aliáceo. En cuanto a su uso farmacológico, destacan sus efectos depurativos si se consume, o bien para curar forúnculos y abscesos si se aplica sobre la piel. DescripciónEs una planta perenne que alcanza los 30 cm de altura. Con un pequeño bulbo del que surgen las hojas basales, pecioladas, elípticas y brillantes y el pedúnculo de una densa umbela. Sus largas hojas tienen un gran parecido al de la convalaria. Desprende un notable olor aliáceo. Las flores son de color blanco y se producen en umbelas sostenida por un escapo de sección triangular que alcanza los 30 cm de altura. Es de las primeras plantas que surgen en el bosque frío al inicio de la primavera, y florece entre abril y junio. Una vez florecido, pierde gran parte de su aroma y efectividad medicinal.[1][2] HábitatEl ajo de los osos se extiende por los bosques caducifolios de Eurasia.[1] En la península ibérica, se puede encontrar silvestre en la zona norte (la España verde). No le gusta el sol directo. Crece abundantemente y de forma espontánea en terrenos húmedos y fríos, como cauces de ríos. No le gusta el clima de montaña, por lo que su hábitat se limita a llanuras y zonas submontañosas (piedemontes).[2] Cuando se dan las condiciones ideales, el ajo de oso se propaga rápidamente invadiendo todo el sotobosque. FarmacologíaSe considera planta medicinal porque tiene diversas propiedades beneficiosas. Por ejemplo, es un potente antihelmíntico (vermífugo), igual que el ajo común. Su cosecha se da durante la primavera, cuando sus hojas están tiernas, hasta inicios del verano. Se aprovechan todas las partes de la planta. Al ser un excelente depurativo natural, es una planta primordial para las curas o depuraciones primaverales.[2][3] Se recomienda para presión arterial alta puesto que es hipotensor. Asimismo tiene efectos coleréticos, es decir, que favorece la producción de bilis, diuréticos, antisépticos y estimulantes.[2] Estas propiedades las comparte con las especies del género Allium, como el ajo común. El ajo del oso es efectivo para paliar los síntomas de las enfermedades crónicas de la piel, las diarreas agudas o crónicas, los trastornos cardiacos o el insomnio, causados por el estómago.[3] Modo de empleoLas hojas se dejan secar a la sombra, y los bulbos al sol. Luego se conservan fácilmente en bolsas o frascos. El herbólogo italiano Aldo Poletti, en su libro Plantas y flores medicinales (1979),[2] recomienda los siguientes modos de empleo:
TaxonomíaAllium ursinum fue descrita por L.) y publicado en Species Plantarum 1753.[4][5][6] Allium: nombre genérico muy antiguo. Las plantas de este género eran conocidos tanto por los romanos como por los griegos. Sin embargo, parece que el término tiene un origen celta y significa 'quemar', en referencia al fuerte olor acre de la planta.[7] Uno de los primeros en utilizar este nombre para fines botánicos fue el naturalista francés Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708). ursinum: epíteto latino que significa 'del oso'.[8] subsp. ursinum
subsp. ucrainicum Kleopow & Oxner Denominación popularEl nombre común de esta planta es «ajo de oso», «ajo de osos» o «ajo de los osos».[9] Se le ha dado este nombre porque, al ser una de las primeras hojas verdes en crecer tras el invierno, suele ser lo primero que come el oso pardo europeo tras su temporada de hibernación.[1][10] Referencias
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