Alfonso María Buteler
Alfonso María Buteler (Villa Los Molinos (Córdoba), 11 de septiembre de 1892 – Mendoza, 30 de septiembre de 1973) fue un sacerdote católico argentino, segundo obispo y primer arzobispo de la arquidiócesis de Mendoza.[1] Era hermano menor de Leopoldo Buteler, que fue obispo de Río Cuarto, y de José Buteler, que fue durante muchos años cura párroco de Alta Gracia. Realizó sus estudios en el Seminario de Loreto, de la ciudad de Córdoba, y se doctoró en Filosofía y Teología en Roma. Fue ordenado sacerdote en octubre de 1915.[1] Al regresar a su país fue profesor en el Seminario de Córdoba, del que llegó a ser rector. Fue también cura párroco de una parroquia en la capital cordobesa.[1] El 11 de octubre de 1940, el papa Pío XII lo nombró obispo de la recién creada Diócesis de Mendoza y Neuquén; fue consagrado obispo el 1 de diciembre de ese año, y tomó posesión de la diócesis el 21 de diciembre. En 1961, se creó la Arquidiócesis, con lo que Buteler pasó a ser Arzobispo de Mendoza.[1] Fundó el Seminario Diocesano de Mendoza, aunque este sería cerrado a fines de 1966. Erigió numerosas parroquias, promovió las vocaciones sacerdotales, apoyó a la Acción Católica y participó en algunas de las sesiones del Concilio Vaticano II. Desde 1962 a 1965 contó como obispo auxiliar a monseñor José Miguel Medina, que luego sería promovido a obispo de Jujuy.[1] También fundó Cáritas Mendoza.[2] Las conclusiones del Concilio trajeron a la arquidiócesis de Mendoza fuertes controversias, que se reflejaron en una huelga de sacerdotes: trece curas párrocos –la mitad del clero mendocino– iniciaron una huelga para exigir la pronta reforma de la organización eclesiástica local. Incluso dos de ellos se trasladaron a Buenos Aires, para exigir a la Conferencia Episcopal la aceleración de los cambios. La respuesta de la jerarquía católica fue inmediata en favor de Buteler, ordenando a los sacerdotes someterse en todo al arzobispo y ejercer solamente como intermediarios entre este y la feligresía. Como resultado, Medina fue separado del obispado auxiliar, varios sacerdotes renunciaron a sus cargos y el Seminario quedó casi sin profesores. A fines de 1966, el arzobispo se vio obligado a clausurar el Seminario.[3][4] La profundidad de la crisis llegó a la Santa Sede, y el Papa apartó a Buteler del gobierno de su arquidiócesis en marzo de 1967, reemplazado por monseñor Olimpo Santiago Maresma como Administrador Apostólico; aunque Buteler siguió siendo el arzobispo titular.[1] Falleció en la ciudad de Mendoza en septiembre de 1973. Sus restos descansan en la Catedral de esa ciudad.[1] Referencias
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