Activos a largo plazoActivos a largo plazo son los activos tangibles con un promedio de vida superior a un año, que no está hecho para revender y que es usado en las operaciones de un negocio; estas pueden incluir planta y equipo, pero no inventario o cuentas por cobrar.[1] Estos activos son considerados dentro de un balance como activos no corrientes.[2] Los activos a largo plazo son aquellos que tienen una apariencia física, y pueden ser tocados, tales como monedas, edificios, bienes inmuebles, vehículos, inventario, equipos, y metales preciosos entre otros.[3] Véase tambiénReferencias
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