San Acacio (? - 140) fue un general romano del tiempo de Adriano y Antonino.
Habiéndole estos enviado a combatir a los armenios al frente de 7,000 soldados hubo de huir ante la superioridad del ejército del enemigo que constaba de más de 100,000. Pesaroso y avergonzado, ofreció sacrificios a los dioses, sin embargo se le apareció un ángel que en nombre del Dios de los cristianos le auguró la victoria si creía en él. Lo prometió así y venció, retirándose después al monte Ararat y allí se instruyó en la fe.
Sabedores de su conversión, enviaron los emperadores contra él un fuerte ejército con el que inútilmente intentaron hacerle abjurar de su nueva religión.